PREGUNTA

El otro día estábamos muy calientes y mi novio, muy científico él, sacó la linterna del celular y dijo que quería ‘explorar - me’, literalmente, con luz para ver todo. Me dio pena y risa, pero también curiosidad. ¿Eso es raro o es una forma de juego íntimo? Maru S.

RESPUESTA

Maru, su curiosidad resulta más común de lo que imaginas. No es raro, no es perverso, no es médico: es curiosidad. Mucha gente (sobre todo los hombres) nunca ha visto una vulva con detenimiento y, cuando sienten confianza, quieren explorarla con ojos, manos y hasta con la boca. Mientras tú estés cómoda, puede ser un juego súper íntimo: ver, tocar, descubrir, hablar de lo que te gusta. El único límite es tu comodidad. Si te da risa o pena pero también te da curiosidad, pueden convertirlo en un ritual sexy: él explora, tú guías. Si, en cambio, te incomoda, se dice y se para el show. Aquí no hay “normal” o “anormal”: hay consentimiento, complicidad y ganas. Eso sí, lo ideal sería una lámpara con luz suave, no luz de interrogatorio policial.

PREGUNTA

Estoy tomando antibióticos por una infección en la garganta y, desde entonces, tengo comezón y un flujo blanco raro. Nunca me había pasado. ¿Los antibióticos pueden afectar la vagina o es coincidencia? Paty G.

RESPUESTA

Sí tiene que ver, y mucho. Los antibióticos no distinguen entre bacterias “buenas” y “malas”: al tomarlos, barren con parte de los lactobacilos que protegen tu vagina. Cuando eso pasa, el pH se desbalancea y los hongos (especialmente Candida) aprovechan para crecer. Por eso aparece el flujo blanco, la comezón y a veces ardor. No es una ETS ni falta de higiene. Es un efecto secundario bastante común. Si el flujo es grumoso, blanco y sin olor fuerte, probablemente sea candidiasis y tiene tratamiento sencillo. Lo ideal es no automedicarte y acudir a revisión para confirmar el diagnóstico y tratarlo correctamente. Para prevenirlo en el futuro, ayuda usar probióticos (orales o vaginales) solo si tu doctora lo indica, evita duchas vaginales y ropa muy ajustada mientras tomas antibióticos.

PREGUNTA

Hola, mi pareja quiere salir de la rutina de siempre y probar hacer cositas con los ojos vendados… a mí me da nervio... ¿Qué me aconsejan? Paula M.

RESPUESTA

El nervio que sientes es normal y, de hecho, es parte de lo que hace atractivo este juego. Vendar los ojos no tiene que ver con perder el control, sino con cambiar la forma en la que el cuerpo percibe el placer. Cuando no ves, el cerebro se concentra más en el tacto, los sonidos, la respiración y cada caricia se siente más intensa. Es una forma de salir de la rutina sin hacer nada extremo. Eso sí: para que sea una experiencia rica y no angustiante, la confianza es clave. Antes de intentarlo, hablen de lo que sí y lo que no. Acuerden una palabra de seguridad para detener el juego en cualquier momento y empiecen poco a poco: unos minutos con la venda, caricias suaves, nada de sorpresas bruscas. Si en algún punto no te sientes cómoda, te quitas la venda y se acabó, sin reclamos. También es importante saber que no te tiene que gustar a fuerza. Hay personas a las que este tipo de juegos les prende y otras que no conectan. Ambas posturas son válidas. Si decides probarlo y te gusta, puede convertirse en una herramienta poderosa para aumentar la intimidad. Y si no, también está bien decir “hasta aquí”. El verdadero placer siempre va de la mano de la seguridad.

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