Más Información
PREGUNTA
Hola, tengo un tema que me está molestando mucho. Después de que tengo relaciones, me arde horrible al orinar. A veces, dura por horas y, a veces, se me pasa rápido. No sé si es infección, alergia al condón o pura irritación. La verdad me da penita preguntar. No es como que sea promiscua, así que no creo que sea algo grave…¿O sí? ¿Cómo saber qué es? Gracias por su ayuda. Rebeca T.
RESPUESTA
Tranquila, no es cuestión de “promiscuidad”, es cuestión de anatomía. El ardor después de la actividad es muy común, y puede deberse a varias cosas. Cuando hay mucho roce, poca lubricación, la uretra puede irritarse y arder al orinar. También puede ser una cistitis poscoital, que es una infección muy típica en mujeres porque la uretra es cortita y las bacterias entran con facilidad durante el movimiento. Otra posibilidad es alergia al látex o a algún lubricante, especialmente si notas ardor, hinchazón o comezón externa. ¿Cómo saber? Si el ardor dura poquito y se quita solo, suele ser irritación. Si arde por horas, necesitas orinar a cada rato y sale poquito, huele fuerte o sientes “piquetes”, puede ser infección y vale la pena checarlo. Para prevenir, intenta orinar antes y después de la acción, usa lubricante base agua y evita jabones perfumados. Y si esto es recurrente, mejor acude a una revisión con un ginecólogo.
PREGUNTA
Después de tener relaciones me siento rara: la verdad es que no soy muy de abrazar a mi pareja o hacerle arrumacos. Por lo general, voy al baño, me limpio y luego necesito espacio, me pongo callada y prefiero estar sola unos minutos. Por supuesto, mi pareja lo toma personal. Dice que no lo quiero y que sólo soy su juguete. ¿Por qué me pasa esto si sí lo amo? Andrea L.
RESPUESTA
Andrea, no te agobies. Muchas personas, especialmente mujeres y personas neuro divergentes, necesitan unos minutos para regularse después de tener intimidad. El cuerpo pasa de alta excitación a calma y en ese bajón hormonal hay muchos que necesitan calma, silencio o un baño, no abrazos. A eso se le llama “cuidado interno”, y no tiene nada que ver con desamor ni con usar a tu pareja. Lo importante es explicárselo a tu pareja: no es rechazo, es tu manera de volver a ti misma después de la intensidad. Puedes acordar un ritual: cinco minutos sola y luego sí, un abrazo o un apapacho. El amor no siempre se ve igual en todas las personas. No te culpes por necesitar ese espacio: es tan válido como quien busca acurrucarse al instante.
PREGUNTA
Mi chico me confesó que le gustaría que le metiera un dedo en el ano durante el delicioso. Me sorprendió, sí, pero no me niego. El problema es que temo lastimarlo. ¿Cómo se hace eso sin riesgos? ¿Tampoco creo que por eso se cambie de bando, verdad?Paola G.
RESPUESTA
Primero, lo importante: no, esa práctica no cambia la orientación de nadie. El placer anal es cuestión de terminaciones nerviosas, no de identidad. Muchos hombres heterosexuales disfrutan la estimulación anal porque ahí está el punto P, que puede intensificar el orgasmo. ¿Cómo hacerlo sin riesgos? Usa lubricante siempre, porque el ano no lubrica por sí solo. Empieza por fuera. Caricias, presión leve, círculos. Que su cuerpo te vaya diciendo. De preferencia para esta práctica, no lleves uñas largas; lo ideal es hacerlo con uñas cortas y limpias, además de estar en na posición cómoda. Nada de movimientos bruscos. Mete el dedo despacito, cuando esté relajado, entra solo un poco, sin empujar. Mantén la comunicación con tu chico y si le duele, paras. Si les gusta, pueden probar juguetes diseñados para eso. Lo que no se vale es forzar, lastimar o hacerlo sin consentimiento.




