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RESPUESTA: El amor es un sentimiento que se construye, y que requiere más allá de simples ganas. Para amar a una persona hay que estar claros que no se trata de solo quererla, pues eso es lo único que por ahora tienen entre ustedes: cariño; tiene que ver por ayudar, compartir, estar pendientes de las necesidades del otro. El amor se da cuando dos personalidades tienen cosas en común y sienten placer en estar juntos, en compartir tiempo y no solo el cuerpo. Lo mejor es que acudan a una terapia de pareja y vean si en realidad tiene personalidades compatibles, si en sus planes de vida pueden estar juntos y si en verdad la presencia del otro les hace felices. Si nada de esto pasa es muy complicado que pueda surgir el amor.
PREGUNTA: Hola. Va aparecer una tontería que en estas épocas yo tenga semejante problema pero la verdad es que tengo novio y no me atrevo a confesar mi virginidad. Le doy largas al asunto del sexo y aunque él no me presiona para nada en estos seis meses no sé cómo decirle que jamás he estado con alguien y que no se nada de cómo hacerlo. Lo que pasa es que él es un hombre con bastante experiencia y yo me inventé un cuento de que yo también he tenido amantes porque él no quiere estar con una pareja que tenga que enseñarle cosas, pues me lleva casi diez años, yo tengo 24. El estuvo casado un año. Ayuda, no lo quiero perder pero no sé cómo hacerle en la primera vez, para que no se de cuenta.
RESPUESTA: Lo tienes muy complicado porque si algo pasa en la primera vez del sexo es que se nota la virginidad en las personas. Si bien las caricias y hacer todo el juego previo pueden ser factores que hagan pensar al otro que se trata de una persona experimentada, la primera penetración es una experiencia totalmente nueva. Es muy complicado que finjas el coito si jamás lo has tenido, y lo que puede suceder es que por estar fingiendo no vas a disfrutar para nada del momento que al final podrías vivirlo como la peor experiencia de tu vida. Lo mejor es ser honestos, pues sin no hay sinceridad en la pareja la confianza, que es uno de los grandes pilares de una relación, no puede fortalecerse.







