¿DUEÑA DEL CONGRESO?

Un personaje ha llamado la atención al menos dos veces en el Congreso de la Ciudad de México, porque, según cuentan, actúa con gran autoritarismo, casi casi se siente diputada e intocable. Se trata de Jéssica Aguilar, una recomendada de la diputada morenista Xóchitl Bravo, quien gracias al cobijo de la legisladora —o no se sabe si por órdenes de ella— maltrata lo mismo a una alcaldesa que a reporteros. Jéssica Aguilar, perteneciente a la Oficialía Mayor, fue quien se confrontó con la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega el día que la jefa de Gobierno, Clara Brugada, ofrecería su Primer Informe de Gobierno.

A decir de la funcionaria, hasta la golpeó. Ahora, las baterías de este personaje que primero estuvo adscrito al Canal del Congreso se enfocaron contra la reportera Graciela Tenorio, quien asegura que la agredió en el área de prensa.

El acoso y la intimidación de Jéssica Aguilar contra ella, dice, ya rebasó lo laboral y ahora se da en lo privado…

INCOMODA EL TRABAJO

No sería raro que Jéssica Aguilar actuara por encargo de sus superiores, pues cuentan que hace poco la diputada morenista Xóchitl Bravo pidió que algunos periodistas “bajaran” contenido de sus redes sociales, porque ocuparon la sala del prensa del Congreso capitalino para grabar algunas entrevistas que después fueron compartidas en sus perfiles, pero al enterarse Bravo de que los periodistas “se atrevieron a usar este espacio para grabar sus entrevistas”, ordenó a sus subordinados que les pidieran a los comunicadores que se autocensuraran y borraran la información; muy apenados, algunos tuvieron que cumplir con la orden de la legisladora. Parece que el poder enloquece.

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