El tema recurrente en cada rincón del Centro Banamex durante la primera jornada del Sports Summit 2020 fue el mismo: El futbol mexicano está en crisis y quienes deben responsabilizarse no parecen hacer nada al respecto.

Dos grandes preocupaciones de los ponentes internacionales que ven a distancia, pero descifran a la perfección, los reales problemas: Una altísima inflación en la compra de futbolistas —no solo en México—, y los mega inflados pagos por derechos de televisión, que a diferencia de las ligas de élite, en nuestro país se siguen negociando individualmente, no en bloque.

El presidente del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil, fue directo en ese tema. En una amena charla me explicó que para tener equidad debe existir repartición por parte de la Liga, no de las televisoras.

En España es así: todo lo que pagan las cadenas va a un fondo común, del cual el 90% se destina a Primera División y el 10% a Segunda División.

De lo que pertenece a La Liga, el 50% va en partes iguales entre los 20 equipos, un 25% se genera por resultados deportivos de los pasados cinco , incluyendo la Copa del Rey, y el 25% restante por un concepto llamado ‘Implantación social’, en el que intervienen las deducciones de los ingresos por abonos y taquilla que aplica a 1/3 de ese 25% y lo demás, 2/3 del mismo 25%, por la audiencia que genera en televisión.

Con este mecanismo se repartieron 4 mil 478 millones de euros en 2018. Las televisoras involucradas son: Movistar+, Orange, Mediaset, MitelePlus; en México, Sky; en Estados Unidos, BeinSports y en Medio Oriente; Facebook en Asia; SuperSports, en Africa, y DDMC en China.

Y aunque están lejos de los 7 mil 230 mde que reparte la Liga Premier de Inglaterra, han avanzado en equidad. En México, todos jalan agua para su molino. Así como unos pueden firmar con Univisión, otros lo hacen con Fox Sports, Televisa, o Azteca, y la realidad es que nadie se beneficia en su totalidad.

Y hay empresas como Fox Sports que inflaron el mercado pagando millones de dólares por los derechos de equipos como Monterrey, Xolos y Santos; precios elevados para lo que ha representado de audiencia.

En el asunto inflacionario de los futbolistas, el nuevo copropietario del Valladolid, Ronaldo Nazario, tiene razón al decir que aunque le gustaría tener mexicanos en su equipo son muy costosos. Un claro mensaje de la sobrevaloración que existe y de que los intermediarios están matando al futbol porque será imposible seguir pagando esas cantidades por jugadores que no están consolidados.

Temas que continuarán, que abrirán el debate, pero sobre todo que deberían abrir los ojos. El futbol mexicano tiene que renovarse con proyectos estructurales globales, que convengan por igual, no que cada quien haga lo que le conviene.

El Sports Summit es un buen pretexto para reflexionar, para ver hacia adelante como lo dijo Amaury Vergara en su intervención: Hay multipropiedad porque no hay interés de más inversionistas, y que deben competir en la industria del entretenimiento, algo que pueden perder por goleada si no reaccionan con inteligencia e ideas novedosas.