Opinión

Al "Tata" Martino le urge un centro delantero

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 19/05/2021 22:20 Gerardo Velázquez de León Actualizada 22:20

Serán 78 días, a partir del 29 de mayo —cuando la Selección Nacional juegue el primer amistoso— y hasta la final de la Copa Oro (1 de agosto), en los que Gerardo Martino tendrá que encontrar un centro delantero para cubrir la ausencia de Raúl Jiménez.

Después del terrible golpe que le originó fractura de cráneo en noviembre de 2020, el delantero mexicano ha recibido el alta médica por parte de los especialistas del Wolverhampton, pero eso no quiere decir —por ejemplo— que ya podrá jugar ante Islandia o en la Nations League, de entrada. Y aunque se pronostica que para julio ya podría tener participación en juegos, el mensaje del club es claro, en la frase del médico Matt Perry: “Tenemos la expectativa de que Raúl esté disponible para ser considerado al 100% para la temporada 2021-22 con los Wolves”. Se ve difícil que esté para la Copa Oro.

Por supuesto que ahora lo más importante es que Jiménez se ha recuperado de ese terrible choque con David Luiz, del Arsenal. Sin embargo, si vamos a lo futbolístico, es ahí donde viene el problema para Martino, quien necesita encontrar rápidamente a un “9” en el que pueda confiar tanto como lo hacía con Raúl, lo cual no es cosa sencilla.

En esos 78 días, la Selección jugará un total de 13 partidos: El amistoso ante Islandia (29 de mayo), los dos de Nations League (3 y 6 de junio); los amistosos contra Honduras (12 de junio), Panamá (30 de junio), Nigeria (3 de julio). Y habrá un juego de preparación más previo a la Copa Oro, así como los seis del torneo de la Concacaf (pensando que llega a la final, que es el 1 de agosto). Sería, aproximadamente, un juego cada seis días.

En ese periodo, el Tata necesita encontrar a ese centro delantero que le ayude a resolver la ausencia de Raúl. En la lista entregada para los primeros duelos, solamente aparecen Henry Martín y Alan Pulido; José Juan Macías está con la Olímpica y los Santiagos, Giménez y Muñoz, todavía son muy jóvenes. Luego está el caso de Javier Hernández, quien no está, por cuestiones de grupo, de disciplina, aunque Martino prefiera que no se sepa de su boca.

Lo cierto es que en los últimos dos amistosos en Europa (ante Gales y Costa Rica), sin Jiménez, se vio un equipo mexicano desequilibrado en el eje del ataque, por más que el Tata aseguró —después de esos dos partidos— que no era así. Fue evidente que la ausencia de su centro delantero ideal, de uno de los hombres en los que ha cimentado este proyecto, le puede afectar —y mucho— a su equipo, que ya había tomado forma y en el que sus piezas sabían su papel, incluso después de reanudar actividad en pandemia.

A Martino le urge un “9”, un goleador, pero también un jugador en el que pueda confiar, un futbolista que no quiera ser más que nadie en el grupo y que mantenga un vestuario sano... Y le urge para la Copa Oro, ese torneo que para muchos puede ser tan insignificante, pero que también puede cambiar el curso de un proyecto como éste.

Comentarios