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Al ser entrevistados por los agentes de la policía, los papás del joven aseguraron que éste se dedicaba a vender chácharas en algunos tianguis y que, además, pertenecía a una organización de grupos de rock de dicha colonia, asegurando que José no tenía problemas con nadie, a pesar de ser consumidor de marihuana.
Según testigos del crimen, fueron dos sujetos vestidos con ropa obscura, a bordo de una motoneta, quienes persiguieron al joven por algunas cuadras y tras alcanzarlo, le dispararon en varias ocasiones.
A pesar de que los agresores fueron captados por algunas cámaras de vigilancia de la zona, las autoridades no lograron su detención.







