A Noé ya lo habían sentenciado de . Un día antes de su asesinato, mientras comía en un puesto de tacos, escuchó una advertencia directa: “Aquí no te vamos a matar porque hay mucha gente”. Un día después, la amenaza se cumplió.

Eran alrededor de las ocho de la noche del pasado miércoles cuando el joven, de apenas 21 años, caminaba junto a su hermana por calles de la colonia San Juan y Guadalupe Ticomán, en la . De pronto, dos sujetos se les aproximaron y uno de ellos lo señaló y gritó: “¡Él es Noé!”.

Sin darle oportunidad de correr, le dispararon al menos dos veces, directo a la nuca. Su hermana, paralizada por el miedo, vio cómo Noé se desplomaba sobre el pavimento mientras los agresores se daban a la fuga.

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Noé sabía que su final estaba cerca. Días antes había sido acusado de robar en la casa de un vecino identificado como Omar, quien, según testigos, habría jurado vengarse.

Y así fue, esa misma noche la hermana de Noé señaló directamente a Omar, de 38 años, de haberlo matado. La Policía logró darle alcance calles adelante y lo capturó en lugar.

El sujeto fue trasladado a la Fiscalía de Investigación Estratégica del Delito de Homicidio, donde se le inició una carpeta de investigación por el delito de homicidio doloso.

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