Al ver que presentaba manchas de sangre, los oficiales acordonaron el lugar y llamaron a peritos del Servicio Médico Forense, quienes certificaron que el hombre presentaba un impacto de bala en la frente con orificio de salida en el cráneo.
Como parte de la investigación del crimen, los oficiales preguntaron a los habitantes si conocían al occiso, sin embargo, ninguno logró dar datos de su identidad.
Solo se conoce que vestía sudadera y pants gris con letras en color negro, y unos tenis negros con suela blanca y roja.
UN ENIGMA
Debido a que el lugar donde se encontró el cadáver carece de luz y cámaras de seguridad, no se pudo conocer al o los autores materiales de este crimen.