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El golpe tanto para los potros, como para el peatón fue fatal: todos fallecieron.
Tras el aparatoso accidente, llegó al lugar una ambulancia, sin embargo, los paramédicos solo confirmaron que ya ninguna persona contaba con signos vitales.
Testigos de los hechos refirieron que los motociclistas fueron los imprudentes al circular a esa velocidad por esa calle.
Dos de los cadáveres quedaron a mitad de la calle, mientras que otro quedó afuera de una casa.
Por al menos tres horas, la zona permaneció acordonada por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Antes de que peritos de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) llegaran al sitio, los vecinos alcanzaron a ponerles una velita.