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Cabe recordar que este sujeto repetía el mismo ‘modus operandi con sus víctimas.
El primer movimiento del “Violador Serial de Periférico” era salir a altas horas de la noche o incluso antes del amanecer, cuando ya había personas en la calle. Se acercaba a sus víctimas pidiendo información, como una dirección o algún otro dato; posteriormente sacaba un cuchillo o navaja y la colocaba a la altura de las costillas, al mismo tiempo que las tomaba por el cuello como si las abrazara.
En algunos casos les decía que lo estaba persiguiendo la policía y les exigía que lo ayudaran a escapar. De esta manera simulaba ser su conocido, para luego llevarlas a lugares solitarios, oscuros y principalmente boscosos, sin acceso a cámaras de seguridad, en donde las agredía sexualmente y las robaba.
El “Violador Serial de Periférico”, quien operaba principalmente en dicha zona está relacionado con al menos 32 casos de abuso sexual, además de tener denuncias por robo agravado y narcomenudeo.
Actualmente, tiene 19 sentencias en su contra y esto ha sido suficiente para ser considerado como uno de los criminales más atroces de la CDMX en las últimas décadas.
