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Los testigos dieron aviso a policías que encontraron el cuerpo atrapado en una roca del afluente.
Con ayuda de cuerdas y una camilla, los bomberos del municipio descendieron al lecho del canal de aguas negras para recuperar el cuerpo.
Tras revisarlo, los agentes descubrieron que la víctima tenía disparos de arma de fuego.
Las autoridades suponen que los homicidas llevaron maniatada a la víctima a bordo de un vehículo hasta la orilla del río para luego dispararle y arrojarlo durante la madrugada.
El cuerpo era de un hombre de más de 30 años, quien no fue identificado en el lugar y es que, aunque los vecinos de la zona trataron de reconocerlo, nadie logró ver su rostro.
Los peritos trasladaron el cadáver al anfiteatro de la agencia ministerial de Naucalpan en donde se espera que sea identificado y reclamado por sus familiares.
Para recuperar el cadáver del hombre joven, bomberos de Naucalpan usaron equipo impermeable, cuerdas y una camilla.







