Recuerda que mientras transcurría el partido, llamaron su atención los trapos de agrupaciones argentinas como Ataque 77, 2 Minutos y Los Auténticos Decadentes, que colgaban de las astas del olímpico universitario, pero también sacudió su cabeza la frase “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, plasmada en una de las banderas de La Rebel.
Para Markolino pertenecer a una barra de futbol es un estilo de vida en donde los aficionados se reúnen cada 15 días para apoyar a su equipo mientras destapan una cerveza y se olvidan de los problemas de la vida adulta.
“Si a mí se me enchinó la piel cuando la porra hizo un mosaico de un puma enorme con luces de celulares en el pebetero en el partido contra chivas, ¡te imaginas que sentirán los jugadores cuando saltan a la cancha y se dan cuenta que la afición está haciendo una chamba enorme para que ellos sientan el cariño de la banda y digan vamos a rompernos la madre por esta bendita gente!”, exclamó Markolino.
Tras varios años de asistir a los juegos de los Pumas, Markolino comenzó a combinar su afición a los Pumas y la fotografía para documentar la pasión que produce un partido de futbol.
El proyecto fotográfico que en su mayoría se realizó en el “gallinero”, retrata al aficionado que antes de llegar al estadio sube al toldo de un camión para comenzar a manifestar que su corazón es auriazul.
También capturó los rostros de alegría de los hinchas cuando el equipo de sus amores anota o muestras de apoyo incondicional, imágenes que contrastan con las opiniones que catalogan al futbol para un grupo de inadaptados.

Aunque considera que su portafolio “Un amor llamado Pumas” está inconcluso, en el 2014 obtuvo el premio Nacional de Fotografía documental que otorga la revista Cuartoscuro.
En un futuro, le gustaría retomar el proyecto para retratar los aspectos identitarios que generan la convivencia entre aficionados de futbol.

“En el estadio encuentras a banda que calza tenis Adidas o viste playeras y chamarras Fred Perry, atuendo que asemeja un estilo Casual o Hooligan, pero también hay Skinheads y Rude Boys (…) Falta una memoria fotográfica y estudios que documenten cómo han evolucionado las barras en México”, explicó Markolino.
A unas horas de su encuentro contra “Las Chivas” del Guadalajara, Markolino está seguro que los Pumas tienen “con queso las quesadillas” para levantar el octavo campeonato.

Tras las 17 jornadas del torneo, piensa que Mohamed ha hecho un buen trabajo como estratega del equipo Universitario.

También recuerda que con agrado su época como jugador de los Toros Neza, equipo en donde junto con Pablo Larios, Miguel “El Piojo Herrera”, Rodrigo “El Pony Ruiz”, llegaron a la final del torneo de verano de 1997.
(Foto: Markolino Charrez)






