Más Información
Sus creadores serían los padres de la orden Benedictina, fundada por San Benito Abad (el de la medallita) y expandida por todo el mundo católico por los padres dominicos.
Su devoción estaría también ligada a Nuestra Señora del Rosario, quien en junio del año 1200 se le aparecería a Santo Domingo de Guzmán, éste aseguró de la Virgen se lo habría enseñado a rezar y le encomendó predicarlo entre las personas.
El Rosario está compuesto por series de diez Ave Marías, un Padre Nuestro y un Gloria, acompañados de 20 Misterios, que rememoran los momentos significativos de la vida de Jesús de Nazaret.
En un principio estaba integrado por 15 “misterios” —gozosos, dolorosos y gloriosos—, pero el papa San Juan Pablo II añadió en el año 2002 los luminosos.
Para poder rezar el Santo Rosario debes conocer qué día le corresponde a cada Misterio, de ahí que no cualquier persona lo puede realizar, a continuación te enseñaré el orden y de qué habla cada uno de ellos.
Se rezan los días lunes y sábado. Abarcan los pasajes de los primeros años del Niño Jesús.
Se rezan los días martes y viernes. Recuerdan los parajes correspondientes a la Pasión y Muerte de Cristo.
Se rezan los días miércoles y domingo.
Estos glorifican los pasajes de la resurrección del Salvador y la coronación de su Santa Madre.
Se reza los días jueves. Rememoran la vida espiritual de Jesucristo.
A continuación te enseñaré paso por paso la forma correcta de llegar a cabo el Santo Rosario para que lo tengas presente en tu alma y tu corazón para glorificar a la Santísima Virgen María.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Señor, ábreme los labios.
Y mi boca proclamará tu alabanza.
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
María, Madre de gracia, Madre de misericordia.
Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Oh Jesús mío, perdónanos. Líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas.
Tras realizar estas oraciones deberás hacer lo mismo con el segundo, tercero, cuarto y quinto misterio.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Ave María Purísima.
Sin pecado concebida.
Para realizar el Santo Rosario hay personas que utilizar un collar de cuentas, llamado Rosario, es un conjunto de 10 piezas separadas por una de distinto tamaño, en cinco secciones que representan los misterios y en ambos extremos se une por una cruz.
En cualquier momento que lo necesites puedes rezar un Rosario para sentir la presencia de la Santísima Virgen María.







