El día de hoy te contaré la historia de uno de los asesinos más temidos y brutales de Francia a finales del siglo XIX: , conocido como “El Destripador Francés”, un hombre cuya crueldad y violencia lo convirtieron en una figura tan aterradora como su contemporáneo inglés, Jack el Destripador.

La historia de Vacher comenzó a conocerse entre 1894 y 1897, cuando una serie de asesinatos estremecieron las zonas rurales del sureste de . Campesinos, pastores y niños aparecían degollados, mutilados y con el cuerpo abierto, lo que llevó a la prensa francesa a compararlo con el famoso asesino londinense. Nadie imaginaba que el responsable era un exsoldado errante con un pasado oscuro y una mente profundamente perturbada.

Ángeles Caídos: La historia de El Destripador y sus atroces crímenes
Ángeles Caídos: La historia de El Destripador y sus atroces crímenes

¿Quién era Joseph Vacher, “El Destripador Francés”?

Joseph Vacher nació en 1869 en el pequeño pueblo de Beaufort, Francia. Desde joven mostró un comportamiento violento y desequilibrado. A los 25 años intentó quitarse la vida tras ser rechazado por una mujer que amaba obsesivamente; se disparó en la cabeza, pero sobrevivió con una cicatriz visible y una parálisis facial parcial, lo que le dio una expresión siniestra.

Después de ese intento fallido, su comportamiento se volvió cada vez más errático. Fue internado en un hospital psiquiátrico, pero poco tiempo después lo declararon “curado” y lo dejaron en libertad. Sin rumbo ni control, Vacher comenzó a recorrer los caminos de Francia, ganándose la vida como mendigo mientras daba rienda suelta a sus impulsos más oscuros.

Los crímenes de Vacher

Durante tres años, Joseph Vacher recorrió los campos franceses cometiendo asesinatos brutales. Sus víctimas solían ser jóvenes campesinas y pastores solitarios, a quienes atacaba con una navaja o una hoz. Después de matarlos, abusaba de los cuerpos y los mutilaba, llevándose partes como “recuerdos”.

Su modus operandi era siempre el mismo: atacaba al azar en lugares aislados, desaparecía sin dejar rastro y volvía a atacar semanas después, en otra región. En total, se le atribuyen más de 30 asesinatos, aunque solo se pudo comprobar su participación en once.

La captura de un monstruo

El 4 de agosto de 1897, Vacher atacó a una mujer llamada Louise Barrand, quien logró sobrevivir y denunciarlo. Gracias a su testimonio, la policía finalmente logró arrestarlo. Cuando fue interrogado, Joseph confesó sus crímenes sin mostrar remordimiento alguno.

Decía que una “voz divina” le ordenaba matar, y que sus víctimas eran “pecadores que debían ser purificados”. Sin embargo, los peritos médicos concluyeron que, aunque tenía trastornos mentales, era consciente de sus actos y podía distinguir entre el bien y el mal.

El juicio y la ejecución

Joseph Vacher fue juzgado en 1898 en la ciudad de Bourg-en-Bresse. Durante el proceso, se mostró desafiante y altivo, llegando incluso a burlarse de los jueces. Finalmente, fue declarado culpable y condenado a muerte por guillotina.

El 31 de diciembre de 1898, fue ejecutado públicamente. Según testigos, antes de morir gritó que el mundo lo recordaría. Y así fue.

Su caso marcó un antes y un después en la criminología francesa, convirtiéndose en uno de los primeros asesinos seriales documentados en Europa continental.

Joseph Vacher fue recordado como “el monstruo vagabundo”, un hombre que convirtió los tranquilos paisajes rurales de Francia en escenarios de terror y que hasta hoy sigue siendo comparado con Jack el Destripador por la brutalidad de sus crímenes.

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