A los tres años, ya sabía leer, y con el tiempo dominó el latín, filosofía, teología, y escribió poesía, teatro, y ensayos que abarcaban temas complejos como el amor, el conocimiento y la justicia social.
Sor Juana ingresó a un convento para dedicarse al estudio y la escritura, y desde allí produjo obras que hoy son reconocidas mundialmente. Entre sus escritos más famosos se encuentran “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz”, donde defiende el derecho de la mujer a aprender y expresarse, y sus poemas barrocos que exploran temas de feminismo y el rol de la mujer en la sociedad.
El legado de Sor Juana Inés de la Cruz perdura, inspirando a generaciones a luchar por la igualdad y la educación. Su imagen aparece en billetes, y su vida y obra son motivo de estudios y homenajes en universidades de todo el mundo.
Recordarla en su natalicio es celebrar el poder transformador del conocimiento y la valentía de una mujer que, contra las normas de su tiempo, dedicó su vida al saber y la escritura.







