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San Lucas en su texto relata que durante su viaje ambos estaban comentando los acontecimientos de los últimos días cuando un desconocido les pregunta de qué están hablando.
Este hombre los regañó por su incredulidad y les da una interpretación de las profecías bíblicas sobre el Mesías y su resurrección. Ellos no reconocieron que aquel sujeto era su maestro que había vencido a la muerte.
Antes esto piden al desconocido que se una a ellos para la cena. Fue en el momento que el misterioso viajero parte el pan cuando se les abrieron los ojos y reconocen a Jesús resucitado. Nuestro señor desapareció inmediatamente.
“Ahora sí que ya pueden ir corriendo a Jerusalén para decírselo a los demás, y confirmar lo que les habían dicho las mujeres de mañana cuando vieron el Sepulcro Vacío y a un Ángel anunciándoles la Resurrección”, dice el texto bíblico.
Tras ser testigos de este milagro, San Cleofás y su amigo se apresuran a regresar a Jerusalén para llevar la noticia a los demás discípulos y se enteran de que Jesús también se les ha manifestado antes ellos.
