Antes de morir en el hospital, María perdonó a Alessandro, y este gesto cambió la vida del chico, quien años después se arrepintió de corazón.
La historia de Santa María Goretti nos enseña la importancia de decir "no" cuando no queremos algo. Nadie tiene derecho a forzarnos. “No" es "no", sin excusas, aunque en ocasiones podemos sentir presión para tener relaciones.
Santa María Goretti, joven y bondadosa mártir de la pureza, tú que conociste el dolor del maltrato y el sufrimiento, y que diste tu vida para defenderte del pecado, ayúdanos a ser fuertes en nuestra fe.
Ayuda a todos los jóvenes a elegir el bien y a huir del mal.
Concédenos la gracia de permanecer puros de mente y corazón. Que podamos imitar tu perdón hacia quienes nos hacen daño y vivir como tú en el amor de Cristo y en la alegría de Jesús.
Santa María Goretti, ruega por nosotros. Amén.
María supo que su cuerpo le pertenecía, a ella y a nadie más, lo que nos recuerda que todos tenemos derecho a decidir sobre el nuestro y a que se respeten nuestras decisiones.







