Este 5 de julio se celebra a San Antonio María Zaccaria quien, a pesar de su corta vida, realizó obras apostólicas como si hubiera vivido tres veces más. 

Nació en Cremona, ciudad de Lombardía en Italia en el año 1502. Tras quedar viuda, su madre, Antonieta Pescaroli, se dedicó a él y le enseñó la importancia de la caridad

Desde muy joven, Antonio se distinguió por su compasión a los más necesitados, lo que lo motivó para estudiar medicina en Padua y posteriormente se dedicó a cuidar enfermos, sobre todo a los más pobres.

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Debido a su amor a la Virgen, tomó la decisión de consagrarle su virginidad y poco a poco se fue despertando en él la vocación sacerdotal. 

Aunque estudió medicina y ejerció la profesión, su verdadera vocación era servir a los demás como sacerdote, lo que lo llevó a fundar la Congregación de los Clérigos de San Pablo, conocidos como los "barnabitas", cuya misión era la reforma del clero y del pueblo.

También fundó el monasterio de religiosas llamado Angélicus, destinado a la formación espiritual de las jóvenes y mujeres. Preocupado por la importancia de la vida familiar creó una Congregación dedicada a la reforma de las familias.

Falleció en los brazos de su madre el 5 de julio de 1539 a los 37 años y gracias a su obra y visión perspicaz de los problemas de la Iglesia, le valieron el reconocimiento y fue canonizado como santo por el Papa León XIII en 1897.

Señor, que encendiste en el corazón de san Antonio María Zaccaría un ardiente celo por la salvación de sus hermanos. Te pedimos por su intercesión que nos sintamos siempre urgidos a evangelizar a los hombres de nuestro tiempo por amor a Ti. Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.

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