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Fue atado a un árbol y le clavaron flechas en todo el cuerpo, pero no murió, unas mujeres lo encontraron con vida y lo cuidaron hasta que recuperó la salud.
Una vez que sintió mejor se presentó ante el emperador para reprocharle su paganismo, pero no le tuvo piedad y ordenó su lapidación y que el cuerpo fuera arrojado a la Cloaca Máxima de Roma.
Fray Bartolomeo pintó para la iglesia de San Marco de Florencia la figura de San Sebastián, un hermoso joven atado a un árbol con el cuerpo atravesado por flechas y cubierto únicamente por un taparrabos.
La imagen fue venerada como un santo protector, sin embargo, tuvieron que ocultarla debido a que se supo que demasiadas mujeres habían pecado al verlo.

Foto: (Galería Nacional de Londres)
La organización cultural y educativa de Reino Unido Art UK considera que esta imagen muestra un cuerpo deseable y conjuga la carne corporal con lo divino que es apreciado por la comunidad LGBTTTI.
“Los hombres gays vieron inmediatamente en Sebastián un anuncio conmovedor del deseo homosexual (de hecho, un ideal homoerótico) y un retrato prototípico de un hombre en el armario torturado”.
Algunas organizaciones incluso han solicitado a la Iglesia que reconozca a San Sebastián como el patrono de la comunidad LGBTTTI. Por ejemplo, en la Expo Gay 2013 realizada en España, los organizadores solicitaron que el Papa admita que el santo es el protector de la comunidad homosexual.







