Todo lo que pudo ahorrar en su vida lo utilizó para dar de comer y vestir a otros, por lo que al santificarse Zita se convirtió en la santa patrona de los sirvientes, trabajadores domésticos y panaderos.
Oh Santa Zita, que en el trabajo doméstico fuiste solícita, pues eras como Marta cuando sirvió a Jesús en Betania, y generosa como María Magdalena, a los pies del mismo Jesús, ayúdame a tener paciencia, y hacer todos los sacrificios que me imponen los trabajos domésticos.
Oh Dios, recibe mi trabajo, mi fatiga y mis tribulaciones, y por la intercesión de Santa Zita, dame las fuerzas necesarias para satisfacer siempre con mis deberes al que me necesita, y merecer el reconocimiento de aquellos que sirvo junto a la recompensa en el cielo, Santa Zita intercede por mí. Amén.
Santa Zita, ruega por nosotros que acudimos a ti y alcánzanos de Dios el don de la humildad y el servicio hecho con amor. Amén.
Orar para trabajar nos recuerda que es la forma de servir a Dios sirviendo a los demás.






