Tú, Señor, que concediste a Santa Inés de Montepulciano,
el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde,
concédenos también a nosotros, por intercesión de esta santa,
la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación,
tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo.
Que vive y reina contigo.
Por los siglos de los siglos.
Amén.**
Además, hay otras dos oraciones a Santa Inés populares entre sus devotos:
Oh Dios Padre Misericordioso, concédeme la dicha de saber imitar
a santa Inés virgen y mártir,
que siendo aún casi una niña
ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe,
consagrando con el martirio el título de la castidad,
ayúdame a seguir sus pasos, a ser:
fiel al amor de tu hijo Jesús,
que murió por nosotros en la Cruz,
fiel en lo mucho y en lo poco,
fiel en la alegría y en la tristeza,
fiel en la adversidad y en la bonanza,
fiel en el hogar y en trabajo,
fiel en el estudio y en la diversión
fiel en la bondad y en la oración.
Que nunca me separe de ti,
y, que por la intercesión de Santa Inés,
pueda obtener remediar
esta apremiante dificultad que tanto me aflige:
Señor, te suplico me escuches,
confiando en tu gran bondad
y por la mediación de santa Inés,
espero ser prontamente socorrido.
También te solicito me ayudes
a caminar rectamente por el sendero de la fe,
el amor, la virtud y la bondad,
y bajo el amparo protector
de la Santísima Virgen María,
me mantengas siempre alejado
de las ocasiones de pecado,
de injusticias y maldades,
de violentos y opresores
y me concedas todo aquello
que sea más conveniente
para tu mayor honra y gloria
y provecho de mi alma,
para morir en tu gracia y gozarte eternamente
en la bienaventuranza del cielo.
Amén.

(Foto: Unsplash)
Soberano Dios, y Padre Nuestro,
infinitamente protector y amable
que cuidas día a día de tus hijos
con abundancia de bienes y,
en quien sólo pudo hallar quietud
el corazón humano,
y que con el suave imán
de tu bondad divina
atrajiste para ti a la bienaventurada
Santa Inés del Monte Policiano.
Por su inmenso amor hacia ti,
esta alma inocente despreció
todas las vanas esperanzas
que le ofrecía el mundo,
abandonando las conveniencias y riquezas
desde su casa y hasta sus mismos padres,
abrazándose fuerte valiente y valerosa
con la cruz de la mortificación
para desposare con tu majestad Santísima
en la seráfica religión de su esclarecida
hermana y madre religiosa Santa Clara.
Emulando fervorosa, sus admirables virtudes,
se hizo ejemplar de toda perfección.
Concédeme, Señor, por su intercesión,
encontrar las soluciones propicias
a los problemas económicos
que dificultan el éxito de mi negocio,
eliminando de el, toda negatividad,
obstáculo, deudas, envidias y maldades.
Bendita Santa Inés del Monte,
ángel de pureza y virtud,
tú que tantos trabajos y sufrimientos
pasaste en tu corta vida,
seas alabada y venerada.
Solicito de tu bondad
una pequeña muestra,
que te haga mi intercesora
ante Dios Nuestro Señor,
y así obtenga yo su poderosa ayuda,
para sacar adelante mi negocio,
mis ventas e inversiones,
y que esto me permita llevar una vida
saneada de necesidades económicas,
y pueda vivir libre de cargas y deudas,
con un futuro prometedor.
En tus manos, alma bendecida de Dios,
dejo la solución de mis dificultades,
esperando tu pronta bendición
y la ansiada respuesta,
que en este momento de opresión,
de angustia y necesidad, tanto necesito.
Gloriosa Santa Inés del Monte,
pide a Dios por mí,
tu eterno devoto.

(Foto: Unsplash)







