La personalidad “sin filtro” con la que se describía así mismo Daniel Bisogno es parte de un trastorno de personalidad que padecen aquellas personas que ignoran el contexto emocional de los destinatarios de sus opiniones.
El actor y comentarista de espectáculos que falleció este 20 de febrero mantuvo un estilo provocador e incluso calificado por algunos como “grosero” durante sus años ante las cámaras y los micrófonos, una forma de hacerse notar y de distinguirse ante los consumidores de noticias del espectáculo, e incluso de llevarlo al centro mismo de la información al generar tensión entre la “libertad de expresión” y la “sensibilidad social”.
La impulsividad, la desconsideración y el radicalismo que caracterizaron su manera de opinar ante las cámaras son parte de un trastorno conocido como “sincericidio”.
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“El sincericidio es una forma de comunicación que, aunque basada en la verdad, puede ser perjudicial si no se tiene en cuenta el contexto emocional de los demás. La sinceridad, cuando se expresa con empatía y asertividad, puede fortalecer las relaciones y generar confianza. Por el contrario, cuando se convierte en sincericidio, puede producir tensiones y malentendidos”, detalla la definición al respecto del Instituto Europeo de Psicología Positiva.
Las polémicas confrontaciones de Daniel Bisogno
En el 2000, un jovencísimo Daniel Bisogno describió los ojos de la cantante Ana Bárbara como los de un "extraterrestre". Días después de su comentario, la artista fue entrevistada en “Ventaneando”, programa en el que colaboró muchos años el recién fallecido, y ahí lo confrontó sin miedo: “Si tienes los pantalones, dime en mi cara lo que has dicho de mí. ¿O te hace falta también esto (senos) porque no tienes ninguno de los dos? Yo creo que no tienes ni pantalones, que psicológicamente estás mal. Eres una aberración de la naturaleza”.
Bisogno comentó a la revista TV Notas que ese reclamo de Ana Bárbara lo hizo llorar de coraje. “Me molesté muchísimo, me pareció muy mal que viniera a mi casa, que es el programa, y a la empresa donde trabajo, una advenediza de Televisa a gritonearme, y se le permitiera hacer eso”, dijo. “La que quedó mal en el fondo fue ella, pero no dejé de hacer un coraje muy grande, mucha tristeza”.
Bisogno, con el respaldo de Paty Chapoy, consideró a “Ventaneando” como un espacio de donde tuvo “libertad para trabajar”, aunque los especialistas describen a la sinceridad como la expresión de lo que se piensa de manera honesta, pero con respeto y consideración hacia los sentimientos de los demás, con empatía, contexto y reflexión previa, considerando las posibles repercusiones de sus comentarios.
Sin embargo, varios de los comentarios del comunicador estuvieron lejos de ser considerados o respetuosos. En 2018, sugirió que "debería haber una licencia para atropellar a los ciclistas" cuando un automovilista llevara prisa, lo que desató críticas y originó una investigación por parte del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la CDMX.
Al hablar del actor Jorge Antonio Guerrero, actor secundario de "Roma”, la premiada película de Alfonso Cuarón, Bisogno dijo: "Que parezca ratero de autopartes no quiere decir que lo sea", lo que fue considerado racista y discriminatorio.
Cuando habló sobre la participación Yalitza Aparicio como presentadora de un premio Latin Grammy, el actor cómico dijo: ‘Por eso estamos como estamos, zapatero a sus zapatos. Si Yalitza estuvo nominada como mejor actriz al Óscar, que actúe. No se trata de si eres malo o no, es que no eres conductor”, opinó sin mayor filtro.
Casos similares ocurrieron contra la cantante Yuridia, a quien describió despectivamente al aire como “gordita”, señalamiento que provocó depresión en la artista, por lo que incluso pensó en quitarse la vida, según contó después.
Años después, al hacerse público el embarazo de Yuridia, Bisogno volvió al ataque, con el beneplácito de Paty Chapoy: “A mí si me dicen gordo, me mato. Yo se los digo, yo traigo ahí mi punzocortante (sic). Me voy a levantar un acta contra mí mismo por decirme gordo, punto final”.
