Mis expectativas para esta obra eran muy altas; sin embargo, lejos de salir animado de la función, quedé profundamente decepcionado. No por Adal, sino por el trato que se da al público al hacerles creer que van a ver una obra de teatro y no un casi monólogo de Ramones. Y si bien esa es la estructura que el autor quiso darle, no se justifican las limitadas participaciones de Ana Belena, quien para mí era uno de los grandes atractivos.

(Foto: Cuartoscuro)
Más allá de que el texto esté bien construido y tenga un final predecible pero enternecedor, recurre a chistes y gags sencillos que se pueden ver en cualquier bar de la Ciudad de México.
No digo que sea un producto malo, ni que él sea mal actor (arrancó su carrera en teatro), pero la puesta en escena sólo sirve para reactivar la referencia nostálgica del monólogo de Ramones en la tele.
Ahora, para ver a Adal como un actor en toda su dimensión, tendremos que esperar hasta febrero de 2025, cuando estrene de la mano de Alejandro Gou, ‘Spamalot’, donde ahora probará un formato diferente que pondrá a prueba las expectativas del público mexicano.

(Foto: Cuartoscuro)
El mensaje de Ticketmaster es contundente, confirma investigación a un tercero que robó información y que pone en riesgo la identidad de sus clientes, pero con su transparencia genera confianza a sus clientes. Sin querer queriendo, exponer este caso contribuye a que las autoridades supervisen, también, a las nuevas boleteras que están apareciendo en el mercado.
Muchos artistas crearon sus propias boleteras, pues no estaban de acuerdo con lo que les ofrecía Ticketmaster; buscaron costos más accesibles para el empresario y artistas, así como condiciones diferentes de pago, pero esto provocó el destape de un montón de empresas que tendrán que ser transparentadas. Nos leemos la próxima aquí donde quizá hablemos de ti.







