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Cuando terminó la canción, salí del salón de clases temblando como si hubiera desayunado una decena de cigarros. Busqué la banca más aislada posible y escuché esa misma pieza tantas veces, hasta que se esfumó la energía de las pilas.
“Cuando no hay más que decirnos / habla el humo, nada el humo”.
El ‘Bocanada’ de Cerati, segundo plato solista de Gus y el primero ya sin Soda Stereo, es para muchos su gran obra maestra, la piedra filosofal del creador de puentes, ríos y paseos inmorales, disco que recién cumplió 25 años de remar en espiral.
En este disco (de 1999), Cerati se adentrará a las profundidades del sampleo, al rock orquestal con guiños electrónicos, grabará algunos arreglos en los emblemáticos estudios Abbey Road donde lo hicieron sus adorados Beatles y Pink Floyd, cederá al computador más protagonismo que a su propia guitarra, todo ello cuando un nuevo siglo y milenio estaba por llegar ‘Aquí & ahora (y después)’.
El uso del sampleo será vital en cortes llenos de groove como ‘Tabú’, que parte de esas percusiones de ‘Waltz for Lumumba’ de la banda británica The Spencer Davis Group para llegar a algo nuevo. Nota: por favor, no confundir sampleo (fragmento de otra canción que se inserta dentro de una nueva composición musical con los créditos correspondientes) con plagio. Lo mismo sucede con la homónima ‘Bocanada’, con sampleo de ‘Eruption’ de Focus.
Gustavo se reconocerá en el espejo, por primera vez, como solista.
“Cruza el amor / por el puente/ Usa el amor / como un puente”, reza Cerati en esa pieza que me hizo cruzar los dedos en la prepa.
“Y, gracias por venir”, también clama Gus, porque sabía que el Sueño Stereo había quedado atrás, era un nuevo camino en solitario, un hermoso cause de agua y humo, de aire y placer, hasta el infinito.







