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Lo que comenzó como un genuino intento por hacer canciones sencillas para los jóvenes que solían ir a surfear a California, es decir, temas nada pretenciosos y más bien amigables, divertidos y amorosos, se convirtió en una de las bandas más importantes que en la década de los 60 del siglo pasado “compitieron” sanamente en las listas de popularidad nada menos que con The Beatles. ¡De ese tamaño!
Claro, esa “competencia” musical entre los de California y Liverpool, más allá de algunos celos naturales como artistas, deparó en una inspiración y respeto mutuo para que cada banda, desde sus propios países y estudios, explotaran al máximo sus capacidades como compositores y creativos, para fortuna de los que escuchamos su música con las mejores de las vibras, y a través del universo.
En este documental veremos entrevistas recientes a los músicos sobrevivientes de The Beach Boys, así como algunas charlas de archivo y material inédito del grupo, pero sobre todo nos meteremos a la intimidad del estudio con Brian Wilson, productor, compositor, líder y mente maestra, que con su oído absoluto y sensibilidad, nos llevará al límite de la emoción que él mismo sentía por la música, por la composición, por su obra que ya es de todos nosotros. ¡Gracias, genio!
Este material, entonces, se vuelve un regalo del corazón para los fans de The Beach Boys, pero también para la gente que los descubrirá por vez primera, y es que está tan bien contado, que a todas luces se ve la grandeza de lo que estos músicos lograron plasmar para la posteridad: surfearon la cima de la industria musical, domaron las olas más gigantes que jamás imaginaron.
Sin entrar en spoilers, este documental de The Beach Boys nos regala una toma final hermosa hasta las lágrimas del mar. Es el inicio del fin, el final del inicio, o más bien una historia que jamás dejaremos morir, porque las cosas hechas con tanto amor, jamás se olvidan.
