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Por Atenea Campuzano
En este jardín, ubicado sobre Diagonal San Antonio, las ratas ya no se espantan con la gente. Los vecinos aseguran que “es posible verlas a todas horas”, cuando realizan ejercicio en la pista para correr, mientras charlan en las bancas y por las orillas de las jardineras; a través de redes sociales, colonos denunciaron los ataques de los que fueron víctimas.
“Yo he sido víctima de las ratas, en las mañanas o en las noches hago ejercicio y utilizo la pista para correr y me atacaron, saltaron hacia mí”, dijo Ilse Canela.
La alcaldía tiene la encomienda de barrer y retirar la basura diariamente, pero no es suficiente, las malas prácticas de los que residen cerca del parque alimenta a las ratas, coinciden vecinos de la zona.
Liliana pasea a su perrito Goliat desde hace un mes y aseguró que sí ha notado la presencia de los roedores: “Se escuchan por debajo de la hierba por donde están los arbolitos, pero no se veía nadie, pensaba que era un perro, pero no, era una rata”, comentó la vecina.
En comparación con otros espacios recreativos de la zona, en este parque es posible encontrar casi en cada vereda cestos de basura identificados y separados en orgánica e inorgánica; pocos son los que están vacíos. Envases de unicel, bolsas y heces los desbordan; sobre el asfalto y en las jardineras el sol del mediodía las pulveriza.
Éstas son otras causas que se suman a la denuncia de los vecinos, mismas que provocan que haya crecido la población de ratas.







