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(Foto: Cuartoscuro)
Edgar Argueta, habitante de Iztapalapa, dijo que las filas tardan más porque “allá arriba, la gente no se decide y no hay una buena organización, quieren irse todos juntos”.
“A lo mejor podríamos decir: ‘nos vemos tres allá’, pero entonces vamos cinco y queremos ir cinco en el mismo carro, entonces eso sí va retrasando la fila”, aseguró.
Señaló que, además de la desorganización de los usuarios, “los del Cablebús tampoco les están diciendo nada, están esperando a juntar a los 10 que tienen que ir en una cabina, pero entre que sí y entre que no, luego algunas se van sin una o dos personas, y ve sumando de dos en dos”. Lo anterior ha producido que durante los fines de semana la fila, de unas 470 personas y una hora y media de espera, dé la vuelta a la estación Los Pinos/Constituyentes y llegue al Complejo Cultural Los Pinos.
Ahí, personal del Cablebús y del Gobierno central habilitaron unas vallas metálicas para que los usuarios, formados en dos filas, pudieran esperar a pasar a la segunda fila que los llevara a la góndola.

(Foto: Yaretzi Osnaya, El Gráfico)
Entre el Metro Constituyentes y la estación del Cablebús, vendedores de helados, tacos de canasta, tlayudas, acapararon la zona.
“Pues hay que estar donde esté la gente, y los sábados y domingos esto parece concierto. Sí ha habido buena venta, más que entre semana, ojalá así siga”, dijo Beto, vendedor de papas.
Según autoridades de la administración anterior, además de ser un medio de transporte, el Cablebús en Chapultepec también tiene un interés turístico hacia las atracciones renovadas y nuevas del bosque
“Hace falta mucha organización de este Cablebús, las personas de apoyo no están bien acomodadas a la hora de dirigir a los que se suben”, mencionó Gerardo, que fue a la Cineteca Chapultepec.







