¿Acepta transferencia bancaria? No traigo tarjeta tampoco”, pregunta un cliente a Teresa de Jesús Florentino, locataria en el Mercado Morelia, en la alcaldía Cuauhtémoc. Ella le enseña el cartel con su número de en su local de pollos: “Transferencias a este número”.

En menos de cinco minutos, él le transfiere los 150 pesos que le cuesta la pechuga. Así ha sido desde la pandemia, a cargar menos efectivo, cuenta la locataria.

“Ya se nos iban clientes porque ya muchos no usan efectivo, entonces tuvimos que ponernos truchas porque si el cliente no nos da su dinero, se los da a ellos, entonces ellos salían ganones y nosotros no”, exclusivamente para el negocio. Indicó que desde entonces sus ventas se incrementaron 20%.

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En el mismo mercado, Fernando Villa, quien arregla impresoras, explicó que “como mis trabajos se cobran más, pues no hay clientes que carguen esa cantidad, y como no le entiendo a las tarjetas, pues, dije, por transferencia, nada más les paso mi número de cuenta”.

Expuso que desde que le pagan con transferencia, sus ventas se incrementaron 30%.

En la alcaldía Venustiano Carranza, en el Mercado de La Merced, Ricardo Robles, quien vende tenis, indicó que muchos de sus clientes dejaron de cargar efectivo y que eso lo obligó a habilitar el cobro por transferencia bancaria.

“Sí, una ventaja es que ya no pierdo ventas grandes o pedidos que sé que luego me van a dejar. Por ejemplo, si alguien me compra algo, ya nada más me lo transfiere y lo saco, si quiero, el mismo día. Desde la pandemia la gente así se acostumbró”, comentó.

La coordinadora del programa Desarrollo de Mercados Públicos de Nacional Financiera (Nafin), Mayra Mora, indicó que los pagos electrónicos se han vuelto necesarios para los locatarios, pues cada vez más clientes prefieren usar tarjeta o celular antes que cargar efectivo.

Destacó que esta transición “silenciosa, pero profunda” ha obligado a los locatarios a modernizarse sin perder su estilo tradicional.

“Para muchos locatarios, aceptar pagos digitales dejó de ser un lujo y se convirtió en una necesidad. Cada vez más clientes prefieren pagar con tarjeta o celular y contar con estas opciones significa no perder ventas, atraer nuevos consumidores y ofrecer una experiencia segura y cómoda”, refirió.

“El cambio no está exento de retos: persisten temores a fraudes, desconfianza hacia la tecnología y falta de dispositivos adecuados”, dijo.

Mayra Mora resaltó que a través del programa Desarrollo de Mercados Públicos se ha brindado capacitación directa a comerciantes de distintas alcaldías, con el fin de profesionalizar sus negocios, ordenar sus finanzas y mejorar su imagen.

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