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UN CASO MÉDICO SORPRENDENTE

Oliver, el niño de un año que vivió después de perder su cabeza en un accidente

Su familia y médicos hicieron lo posible para salvarlo. Tiene un año; se recupera de cirugías para unir nuevamente su cabeza y cuerpo

Oliver, el niño de un año que vivió después de perder su cabeza en un accidente. Foto: (IA)
07/12/2025 |10:55
Angélica Navarrete
Coordinadora de la Hemeroteca y A. Fotográfico y Editora de la sección Mochilazo en el TiempoVer perfil

Con un año de edad, Oliver sobrevivió a un accidente automovilístico que lo dejó, durante tres meses, con la cabeza desprendida de su columna vertebral.



“Era una herida no compatible con la vida, pero de alguna forma vivió”, declara Mohamad Bydon, jefe del Departamento de Neurocirugía en la Universidad de Chicago, el médico unió su cabeza al resto de su cuerpo.

“Se trata de un caso que puede servir como ejemplo para lesiones de médula espinal y enfermedades neurológicas”, explica.

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Laura Staub-García, la mamá de Oliver, no recuerda el accidente, sólo que una camioneta de valores los impactó. Todos salieron con heridas, pero su hijo estaba grave.

Los tíos de Oliver, que venían detrás de la camioneta, trasladaron al menor y a sus hermanos a la clínica del IMSS más cercana. Todo el camino la doctora y su tía dieron respiración cardiopulmonar (RCP) a Oliver; así pasaron al menos 20 minutos y el niño llegó con vida a Zihuatanejo, donde fue intubado y de ahí fue trasladado a la Ciudad de México.

Esperanza en Chicago

Laura recordó haber leído un estudio del doctor Mohamad Bydon, de Chicago, sobre el uso de células madre en la médula ósea y contactaron al doctor Mohamad Bydon, jefe del Departamento de Neurocirugía de la Universidad de Chicago, del Centro Médico Chicago y considerado uno de los mejores neurocirujanos del mundo, prometió valorar al niño.

El doctor explicó que antes de la cirugía, las imágenes mostraban una sección completa de la médula espinal; además de una disociación entre la cabeza y la columna cervical, así como una fractura total de su vértebra y de los elementos posteriores.

El caso captó el interés de medios estadounidenses, a los que el neurocirujano explicó que en la cirugía se descomprimió el espacio de la herida y se reconstruyeron los revestimientos de la médula espinal, lo siguiente fue estabilizar la cabeza sobre su cuello, tanto por delante como por detrás, colocando una placa en la base e insertando tornillos en la columna, que a su vez se conectaron con varillas para reconectar su cabeza con su columna.

Días después, la cabeza de Oliver se colocó en su correcta posición anatómica y los huesos adyacentes se reconstruyeron.

Tras la cirugía, el niño empezó a mover a voluntad la mano derecha, los dedos de los pies, respiraba por encima del ventilador y siente cuando tiene que orinar.

Claves de la Recuperación

La primera es la importancia de la estabilidad que ayudó a su recuperación. En segundo lugar, su médula espinal y los elementos neurales no se encontraban en su posición anatómica correcta, y el líquido cefalorraquídeo no estaba contenido adecuadamente. Esto también era un factor crítico. Aproximar su médula espinal y reconstruir el revestimiento que contiene el líquido cefalorraquídeo fueron componentes esenciales del proceso.

El tercer elemento es el concepto de plasticidad neural, mediante el cual el cuerpo puede recuperarse y mejorar, incluso tras lesiones neurológicas de gran gravedad: “Esto es algo que seguimos estudiando en la medicina”, expuso.

Al preguntar si seguirán estudiando el caso de Oliver, respondió que “sí, en definitiva, realizaremos investigaciones en el futuro para entender mejor cómo el cuerpo de Oliver fue capaz de recuperarse de una lesión tan severa. Oliver formará parte de nuestros ensayos clínicos, y nuestra comprensión de su condición continuará a lo largo de su vida”.

Cuidados Especiales

Sin embargo, el camino es largo. Oliver necesita vigilancia las 24 horas del día y el apoyo familiar es fundamental en un niño de 2 años,

Tiene un doctor de cabecera, un médico pediatra intensivista que lo revisa cada dos semanas, además, cuenta con el apoyo de un neumólogo, quien hace pruebas para retirarle el ventilador; otro especialista para su rehabilitación que dirige a un grupo de terapeutas. También tiene un nutriólogo y un neurólogo, todo bajo indicaciones del doctor Bydon.

Laura dice que el médico determinó que Oliver ya podría estar listo para quitarle el collarín en las próximas 4 o 5 semanas, por lo que se trabaja para fortalecer su cuello.

“Todos dicen que es una historia extraordinaria, pero para nosotros aún no termina, seguimos en la lucha todos los días para darle a Oliver una mejor calidad de vida y entre toda la familia lo apoya”, asegura.

Hace dos meses Oliver ingresó al programa del Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) de Michoacán, donde recibirá terapias por cinco años. Las primeras terapias le han ayudado mucho en su recuperación, pues incrementó su capacidad pulmonar al estar en posición vertical; “tiene un mes que hemos visto cosas increíbles”, expresa Laura.

Con todo, los gastos médicos son altos para un paciente en su condición. Laura vende termos y sudaderas con la imagen de Oliver; a veces hacen pasteles; es con lo que llevan una parte de los gastos familiares y continúan en busca de donaciones.

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