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La actualización al Reglamento de Tránsito del Estado de México, instruida por la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez, establece un nuevo modelo de sanciones que privilegia la prevención y concentra el castigo en los conductores reincidentes. Con este cambio, las multas fijas desaparecen y se sustituyen por tres rangos mínimo, medio y máximo que se aplican según el historial de cada infractor.
En este esquema, la reincidencia pesa más que nunca. Por ejemplo, usar el celular mientras se conduce tendrá una multa mínima superior a mil 800 pesos para quien no registre faltas previas, pero quienes acumulen antecedentes enfrentarán sanciones máximas superiores a dos mil 200 pesos. La misma sanción ocurrirá con conductas de alto riesgo como manejar bajo los efectos del alcohol, donde además de las multas, se mantienen la retención vehicular, arrestos de 12 a 36 horas y, en caso de repetición, la obligación de asistir a programas de rehabilitación.
Las reformas también limitan por primera vez el uso de infracciones inteligentes, que solo podrán aplicarse en ciclovías y carriles confinados con señalización visible y equipos calibrados. Una parte de los recursos generados por estas sanciones se destinará a infraestructura peatonal y ciclista, lo que vincula la corrección de la falta con un beneficio directo para la comunidad.
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En materia de motociclistas, el reglamento incorpora medidas más estrictas debido al incremento de accidentes fatales en los últimos años. Solo podrán conducir mayores de edad con licencia aprobada, mediante examen teórico y certificación; el casco certificado será obligatorio, queda prohibido transportar a menores que no puedan sujetarse adecuadamente y solo se permitirá el rebase exclusivamente al carril izquierdo. También se prohíben cargas que comprometan la estabilidad o visibilidad.
La entrada en vigor del nuevo reglamento será el 25 de noviembre, y se complementa con lineamientos que fortalecen la certeza jurídica: solo agentes de tránsito, mujeres oficiales, podrán imponer sanciones, y cada boleta deberá cumplir requisitos estrictos para evitar abusos.
La administración de la Gobernadora Delfina Gómez plantea que estos cambios corrigen una deuda histórica en materia de seguridad vial. La meta es que la cultura de la reincidencia deje de normalizar prácticas peligrosas y que las calles del Estado de México avancen hacia un modelo de movilidad seguro y ordenado, donde la sanción no sea un fin, sino un incentivo para evitar tragedias que sí pueden prevenirse.
