La costumbre de tomar por la tarde o noche ha generado muchos debates entre consumidores y especialistas.

Pero gracias a nueva ahora sabemos que los efectos de esta bebida en el descanso nocturno varían significativamente entre las personas, según factores genéticos y hábitos de consumo.

Según las conclusiones de un estudio presentado por el equipo de Dieta y Nutrición de la Cleveland Clinc, el tiempo que tarda el cuerpo en procesar la cafeína fluctúa entre dos y diez horas, solo para eliminar la mitad de sus efectos.

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Esta variación se debe principalmente a la presencia del gen CYP1A2, conocido como "gen del café", el cual determina la velocidad con que cada organismo metaboliza la cafeína.

Desde hace años se sabe que una taza estándar de café contiene aproximadamente 100 miligramos de cafeína, aunque esta cantidad puede variar según el método de preparación. El café instantáneo, por ejemplo, contiene la mitad de cafeína que el café de grano recién molido.

Los expertos recomiendan no pasar de los 400 miligramos de cafeína diarios para adultos, equivalente a cuatro o cinco tazas de café, incluidas fuentes “alternativas” como el chocolate, el té y las bebidas conocidas como “energéticas”.

La revisión de la Cleveland Clinic sí confirmó que el consumo de café en horario nocturno altera el ritmo circadiano. Ingerir un café doble tres horas antes de dormir modifica el reloj biológico interno por aproximadamente 40 minutos, efecto similar a exponerse a luz brillante durante 90 minutos antes de acostarse.

El café bloquea la producción de adenosina, químico que induce naturalmente el sueño. Este proceso bioquímico puede resultar beneficioso para trabajadores nocturnos o estudiantes en periodo de exámenes, pero también puede provocar insomnio en personas sensibles a la cafeína.

El café descafeinado, contrario a la creencia popular de “no tener” cafeína, contiene hasta 15 miligramos por taza, cantidad suficiente para afectar el sueño de personas particularmente sensibles a esta sustancia.

MEJOR SÍ

Pero como es sabido, el café ofrece beneficios para la salud independientemente del horario de consumo, como antioxidantes que protegen las células, vitaminas del complejo B que reducen el riesgo de migrañas y problemas visuales, además de potasio que contribuye a regular la presión arterial.

Los especialistas detrás de este estudio concluyeron que la decisión sobre el consumo nocturno de café debe basarse en la respuesta individual a la cafeína, considerando factores como sensibilidad personal, calidad del sueño y horarios de descanso.

MEJOR NO

Por su naturaleza de estimulante que afecta al cerebro y a los nervios, el ritmo cardiaco y la respiración, la cafeína debe alejarse de quienes tengan problemas de ansiedad, por lo que conseguir relajarse después de una taza de café sería prácticamente imposible.

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