El uso de las
redes sociales entre los menores de 7 a 11 años pasó de 39% en 2017 a 69% en 2023, por lo que si bien padres e hijos no pueden privarse del uso de internet o redes sociales, resulta necesario que se les brinden herramientas que les permita tomar una decisión adecuada ante cualquier situación que ponga en riesgo su integridad.
Para avanzar en el tema, la comisión legislativa de Protección de los Derechos de las Niñas, Niños, Adolescentes y la Primera Infancia sostuvo una reunión de trabajo para iniciar el análisis de la iniciativa que faculte a las autoridades estatales a emprender acciones para la atención, prevención e información a menores sobre los
riesgos de los retos virales de redes sociales, así como inculcarles el respeto al medio ambiente, afirmó Alejandra Figueroa Adame, diputada local del PVEM.
“Es una
iniciativa pertinente en esta era donde el acceso a un dispositivo digital es cada vez más frecuente en menores, el uso de un teléfono inteligente en el país comienza entre los 4 y los 6 años de edad, se trata de un despertar tecnológico, cuyas consecuencias a futuro no son del todo alentadoras”, señaló.
Se precisó que los desafíos virales de moda pueden causar lesiones graves, envenenamiento e incluso la muerte.
Para el análisis de la iniciativa acudieron al Poder Legislativo servidores de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, del Consejo Escolar para el Bienestar y de la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) Estado de México quienes expusieron la necesidad de que la iniciativa sea aprobada para comenzar a actuar en la materia.
Si bien, las integrantes de la comisión mostraron su respaldo a la propuesta, decidieron mantenerla en análisis y sumar a estos trabajos a representantes de la Secretaría de Seguridad y de Salud para abordar temas de salud mental y las estadísticas de víctimas al respecto. Finalmente, se destacó que el éxito de la iniciativa dependerá no solo de la aprobación legislativa, sino también de una implementación efectiva que involucre a los padres.
