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“No se puede competir con ellos, cerraron esa y salieron 20 lugares más que venden lo mismo, lo mismito, y eso nos afecta porque terminamos comprando y vendiendo lo que los chinos traen”, comenta Ramiro, ambulante de la zona Centro que ahora, dice, ya no venden artesanías locales, sino productos chinos de temporada que rondan entre los 50 y 200 pesos, y que incluyen luces navideñas y esferas.
“Ahora ya todo es chino, ya dejamos de vender productos mexicanos o lo que hacen los artesanos, checa en todos lados de aquí y verás. Lo que deben hacer es, de plano, prohibir la entrada a esos productos”, dice otro comerciante. En la zona, un pantalón de mezclilla de origen chino cuesta 100 pesos.
Si bien la plaza Izazaga 89 al momento tiene sellos de clausura, a unos metros de ese mismo lugar se instaló —de un día a otro— una “minisucursal”.
Además, ahora los puestos fijos y semifijos de temporada también venden los productos chinos. “Es que es lo más barato, lo compramos aquí en el Centro a buen precio, las vendemos barato y aún así le ganamos”, dice un hombre que vendía gorros, “cuernos” para autos y luces navideñas en el cruce de Izazaga e Isabel la Católica.
“Nosotros vendemos ropa y pantalones de marca; tenemos ofertas y promociones, pero aun así no podemos competir con los productos chinos, traen mucha, mucha mercancía. Un producto chino cuesta mucho menos, pero el pantalón chino te dura 2-3 lavadas y ya”, afirma la vendedora de una tienda de ropa.







