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También indicó que “al mejorar las perspectivas de las personas privadas de la libertad, la educación contribuye a una sociedad más segura y equitativa. Las personas en situación de reclusión al obtener la libertad con un grado académico son más propensas a contribuir positivamente a sus comunidades y menos propensos a reincidir”.
Invitó a los graduados a seguir con sus estudios cuando cumplan con sus sentencias, pues sus certificados se lograron en coordinación con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) y están avalados por la Secretaría de Educación Pública.
En tanto, la titular de la Unidad de Operación del Instituto Nacional de Educación para los Adultos en la Ciudad de México, maestra María Estrella Vázquez, se mostró orgullosa al contribuir con el término de un grado académico de los estudiantes, a quienes también felicitó y pidió que fueran portavoces para que otros compañeros se animen a concluir sus estudios.







