“En algunas partes sí se ha perdido un poco la tradición, ya no es igual, pero en otras sigue y muchos trabajadores convivimos ese día, aunque algunos a veces se apartan”, platica Leonor Argüello González, quien también trabaja en la construcción.
Aunque es muy joven, Jorge Santana, trabajador de la construcción, asegura que este festejo rebasa el tema generacional; “no es tanto la edad, sino la fecha y de lo que se conmemora, este día está más dedicado a los obreros y eso no tiene que ver con que uno sea tan joven ni tan grande para festejar”, sentencia.
Es cierto, José Manuel, el veterano de la construcción, detalla: “Aquí hay gente de todas edades, y sí veo que todas las edades están dispuestas a este tipo de festividad, los jóvenes igual participan”, explica el maestro albañil.
Una cosa es cierta, la tradición dicta que el encargado de pagar el festejo sea el patrón o contratista de la obra.

Foto: (Especial)
Sin embargo, los mismos trabajadores explican que ahora prevalece la falta de apoyo de la empresa o del contratista, por lo cual los mismos empleados se organizan para convivir y celebrar.
“Todavía persiste bien esta celebración. Yo no sé si la constructora nos va hacer algo... pero creo que entre compañeros sí podremos celebrar”, dice Leonor.
“En mi pueblo, lo festejan más. Ahorita no estamos organizados para hacer nada, ni nosotros ni la constructora nos ha comentado nada... ojalá y sí se haga”, dice con duda José.
Y es que bien dice Leonor: “Se siente bien convivir con los compañeros”.

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