Llegué a esta serie como muchos: por seguir el extraordinario trabajo de Vince Gilligan (creador de Breaking Bad, Better Call Saul) y Rhea Seehorn, su musa en Better Call Saul y ahora en Pluribus, un trabajo (supuestamente) hecho a la medida de quien diera vida a la abogada Kim Wexler.
Si no fuera por este director y actriz, difícilmente le hubiera dado oportunidad a esta serie de ciencia ficción posapocalíptica (no es mucho de mi agrado el género) en la que un virus alienígena ataca a la humanidad, excepto a un pequeño grupo de 13 personas, entre ellas Carol Sturka (Rhea Seehorn), exitosa escritora que tratará de salvar al mundo a cualquier precio.
Hay que precisar que la humanidad afectada no queda en modo zombie y no son agresivos (lo cual es lo más común en este tipo de tramas), todo lo contrario, están conectados en una extrema y robótica ‘felicidad’ y al servicio de los no afectados; de tal suerte que al poderles pedir lo que quieran y ser complacidos, resulta muy tentador para algunos no moverle nada al ‘embrujo’ y quedar viviendo como reyes, llenos de lujos y mujeres hermosas, inalcanzables para ellos antes de que el mundo entrara en ese enfermizo periodo.
Pluribus acabó su primera temporada de nueve episodios que se van como agua y te mantiene enganchado, esta Navidad, como regalo para los que seguimos el trabajo de Vince y Rhea, la eterna Kim Wexler, ese sí su personaje a la medida.
En Pluribus hay otros personajes principales. Está Zosia (Karolina Wydra), parte de los ‘Otros’ (los de la ‘mente colmena’), quien tendrá una relación muy íntima con Carol en su afán por convertirla en uno de ellos; y Manousos (Carlos Manuel Vesga), una de las personas no infectadas y que se niega a tener contacto alguno con los demás.
La serie, que está disponible en Apple TV, donde se convirtió en el estreno más visto de la aplicación de todos los tiempos, se enfila a los Globos de Oro con dos nominaciones: Mejor serie de televisión y Mejor Actriz Televisión Drama para Rhea Seehorn, a quien se la deben desde BCS.
ENCORE. Pluribus hace pensar sobre la individualidad humana que, poco a poco, se pierde por la presencia de la tecnología, incluida la inteligencia artificial. Todo indica que la humanidad se sigue uniformando y no nos damos cuenta. Por eso es importante que no perdamos nuestra creatividad (cualquiera que sea nuestra actividad), necesitamos mantener nuestra sensibilidad.
Hoy más que nunca hay que seguir consumiendo programas de valor en televisión y cine, no perder la capacidad de asombro de las bellas artes, así como lo registraremos en esta columna en 2026. Feliz Año Nuevo a todos, su amigo Mil Usos Rock.


