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El día de hoy en Ángeles Caídos, te narraré la historia de un asesino serial que aterrorizó a la población de Los Ángeles, en Estados Unidos, y que fue nombrado como “El Acechador Nocturno” debido a su modus operandi a la hora de cometer sus terribles actos. Este hombre atacaba de noche, dejando su marca, un pentagrama de 5 estrellas. Me refiero a Richard Ramírez.
Infancia de Richard Ramírez
Ricardo Leyva Muñoz Ramírez tuvo una infancia complicada, con una madre poco amorosa que le daba poca o nula atención al pequeño Richard, mientras su padre se ahogaba en litros de alcohol, dejando a Ramírez sin guía, a su suerte y con una visión cruda del mundo.
Ante la falta de una familia amorosa y cariñosa, Richard encontró refugio en su primo Miguel, quien participó en la Guerra de Vietnam, y quien aparentemente no había regresado del sureste asiático en la mejor forma mental, de acuerdo con vecinos del militar.
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Miguel solo tenía para ofrecerle a Richard Ramírez sus conocimientos personales de defensa personal, imágenes bélicas de muerte y destrucción. E incluso, Richard fue testigo de cómo su primo le quitaba la vida a su esposa con un disparo en la cara, situación que trastornó y llevó al pequeño Richard de 12 años al lado oscuro.
A los 15 años, Richard Ramírez iría a probar suerte en la ciudad de Los Ángeles, mientras su primo, después de cometer aquel horrible delito, ya no se dejó ver más por El Paso, Texas.
Inicia la vida criminal de Richard Ramírez
Tras mudarse a Los Ángeles, Richard, a muy corta edad, comenzó a robar, escogiendo el camino que lo llevaría a su perdición. Incluso a su corta edad ya había pisado la celda en la ciudad de California.
Para 1984, Richard Ramírez ya había escrito su macabro presente y futuro, volviéndose bajo la luna de Los Ángeles un atacante nocturno que aterrorizaba a la gente, ganándose el sobrenombre de “El Acechador Nocturno”.
Richard Ramírez sin duda tenía un gusto por las sectas y cosas del ocultismo, pues consumía lecturas que proporcionaban información sobre rituales satánicos, demonios y esoterismo, e incluso consumía una gran cantidad de drogas que alteraban su mente.
Ramírez no distinguía edad ni género, pues en su primera víctima de asesinato fue una niña de 9 años en la ciudad de San Francisco. Posteriormente en Los Ángeles, “El Acechador Nocturno” continuaría con sus crímenes, ahora contra una mujer de la tercera edad, llamada Jennie Wincow, quien dejó la ventana abierta de su casa, hecho que aprovechó Richard Ramírez para entrar al hogar de la mujer de 69 años, abusar de ella y quitarle la vida.
“El Acechador Nocturno” continuaría con sus actos de terror e incluso le arrancaría la vida a Blanche Wolfe, una mujer inválida de 80 años, y a su hermana Malvia Keller de 83. Tras concluir su crimen, dibujó en la pared de la habitación, con lápiz labial, una estrella de 5 puntas invertida.
Captura de Richard Ramírez
Para fortuna de la ciudadanía y la justicia, Richard Ramírez dejaría a algunas de sus víctimas con vida, quienes denunciaron el delito y dieron santo y seña de “El Acechador Nocturno”, hecho que facilitó su identificación y captura.
Richard Ramírez acabaría con la vida de un esposo y dejaría viuda a una mujer, quien con ayuda de sus vecinos denunciaría el caso a las autoridades, proporcionando la matrícula del vehículo en el que “El Acechador Nocturno” había huido. La policía encontraría el auto abandonado, pero conseguirían las huellas dactilares del asesino.
Con las huellas dactilares, las autoridades consiguieron la identidad de “El Acechador Nocturno”. Más tarde, su rostro saldría en carteles de la ciudad y hasta en periódicos. Para fortuna de Ramírez, este había salido a la ciudad, rumbo a Austin, Texas.
Richard Ramírez regresaría días más tarde a Los Ángeles, donde sería reconocido por la gente, quien lo perseguiría para lincharlo, dejando a Ramírez cansado de tanto correr. Sería alcanzado por una turba enfurecida, para después ser salvado y detenido por la policía.
Condena de Richard Ramírez y muerte
Richard Ramírez sería condenado a 19 penas de muerte. Pese a ello, no mostró arrepentimiento y blasfemó durante su juicio. “El Acechador Nocturno” pasó 23 años en el corredor de la muerte, en la prisión de San Quintín, en California.
Lo más sorprendente del caso de Richard Ramírez es que recibió la admiración de muchas mujeres, quienes le mandaban cartas, a las cuales él se daba tiempo de responder. Incluso una mujer, Doreen Lioy, no dudó en declararle su amor y casarse con él en 1996.
Richard Ramírez moriría en el 2013 a los 53 años, a causa de un linfoma, terminando así su vida de crueldad y satanismo.








