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Vanessa Guzmán se ha mantenido activa en la industria del entretenimiento tras revelar su deseo de volver a la actuación sin abandonar su vida fitness, de la que actualmente se ha alejado debido a una lesión en la columna que le ha obligado a bajar el ritmo de ejercicio.
Hace unas semanas fue invitada a los Premios ALMA, donde apareció luciendo un vestido rojo que atrajo las miradas de la prensa, que esperaba atenta las declaraciones de la actriz. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue que tenía los ojos llorosos, y al ser cuestionada reveló que estaba pasando por un momento que la inquietó, “un susto”, asegurando que más adelante explicaría lo ocurrido.
Después de que la famosa regresó a Estados Unidos, lugar donde reside, el programa Qué Show, conducido por Jorge Carbajal, informó que la casa de Guzmán fue baleada mientras ella se encontraba en la Ciudad de México, lejos de su familia. Afirmaron que el momento puso en peligro al hijo de la artista, quien estaba dentro del hogar, generando mayor preocupación entre sus seguidores.
Vanessa Guzmán se quiebra al revelar lo que en verdad vivió
La actriz, que ha estado visitando la capital del país durante las últimas semanas, habló recientemente sobre la situación que vivió en su residencia en Texas, Estados Unidos, cuando su hijo se encontraba dentro de la casa a punto de cenar.
Vanessa reveló que se enteró del incidente mientras estaba en la alfombra roja de los Premios ALMA, evento al que fue invitada para recibir un reconocimiento por su trayectoria en el medio artístico, donde ha destacado por sus múltiples papeles.
Antes de tomar un vuelo rumbo a su hogar, fue interceptada por los medios para preguntarle sobre el presunto atentado, y visiblemente afectada confesó el miedo que sintió al saber que su hijo pudo resultar lesionado por una bala perdida:
“No fue un atentado a mi familia, no fue una balacera, como se dijo. No tiene absolutamente nada que ver con ningún acontecimiento que, lamentablemente, se está convirtiendo muy común en diferentes partes. Un vecino que estaba limpiando su arma —él es militar— lamentablemente se le trabó el arma y se le disparó su pistola. Entonces, la bala penetró al departamento, pasó a menos de un metro de distancia de él. Él estaba tranquilo cenando, había llegado de la escuela. Yo no estaba, yo estaba aquí en la Ciudad de México.”
Vanessa confesó entre lágrimas el temor que la invadió al imaginar lo que pudo haber ocurrido mientras ella estaba lejos:
“Llegar e imaginarme a mi hijo ahí sentado, voltear y ver la pared y saber… qué bueno que no estaba yo, no estaba mi nieta. Las probabilidades de más gente en la casa, pues obviamente, hubieran sido mayores ante una situación delicada.”
