Desde la llegada de Alberto Ciurana a Televisión Azteca, están repitiendo un patrón con el que ya fracasaron: ‘robarse a las grandes estrellas’ con el afán de ‘competir’ con Televisa. Esta estrategia no es nueva y siempre da los mismos resultados: nada. Basta revisar su historia, lo hicieron con figuras como Martha Sánchez, Eduardo Capetillo o Michelle Vieth, cuyos nombres —desde la perspectiva de los ‘aztecos’ de la vieja guardia— fueron retóricos para Televisa, pero en realidad, aunque llegaron como estrellas eran los productos desechados por los de San Ángel por una simple razón: no evolucionaron con su audiencia.

Estos movimientos siempre son tema de controversia, porque en el afán de ‘pegarle’ a Televisa, Azteca se está alejando de su público, ese que buscaba una alternativa. Porque los del Ajusco olvidan que sus éxitos van más allá del talento y lo que les ha funcionado ha sido su oferta de contenidos. 

Este ejercicio de sumar estrellas a su televisora, parece más una decisión visceral de Ciurana para ‘pegarle a Televisa’ que un trabajo a fondo en sus contenidos. Es ponerle a las ‘nuevas estrellas del Ajusco’ el peso de generar audiencia y si no funciona, tronarles la carrera. 

Tv Azteca debe apostar a la proyección de sus productos y no a la contratación de anclas, eso sólo devalúa su oferta. Si bien Televisa ha buscado a los talentos que tiene Azteca, lo persigue con un objetivo, que suban un escalón más en su carrera y dejen una televisora que no tiene la misma difusión, algo así como la consagración mundial. Y que conste que no estoy demeritando lo que hace Azteca, hagamos un ejercicio de memoria: ¿cuándo necesitaron los del Ajusco estrellas para convencer con La Isla o Exatlón?

Benjamín Salinas debe reflexionar si vale la pena seguir invirtiendo en grupos como Pesado, que nunca ha sido un referente de rating o comenzar a construir figuras como Fernando del Solar, Yuridia o Yahir, cuyo crecimiento orgánico es más valioso y si deciden irse de esa empresa es por falta de proyección. 

Es tiempo de que Azteca si quiere ser líder, replanteé su futuro y pare de cometer errores en sus contrataciones, queriendo conquistar con espejitos a la comunidad artística. Si tanto está cambiando, que no engañe a los talentos y trabaje en el crecimiento de sus programas. Que ofrezca rating garantizado, porque su propuesta para los famosos es "vente conmigo, te daré todos los programas de mi barra y tendrás un espacio" que seguramente durará dos días por falta de audiencia, como El Club de Eva. Los famosos deben darse cuenta de que son usados en ese afán de “joder a Televisa” solo cavan su tumba artística.

LOS QUE YA sufren son los de Ocesa Teatro, pues su montaje de Los Miserables está fracasando por la falta de público. 

A pesar de que quienes la han visto la califican como una obra majestuosa, el presentar un espectáculo de tres horas, con un texto clásico ya montado en México y lejano para el espectador, les ha hecho ver su suerte y están perdiendo un dineral cada semana cancelando funciones, reprogramando fechas y poniendo en riesgo a las más de 80 familias que viven de ahí. 

EN CONTRASTE, la obra Privacidad, protagonizada por Diego Luna no deja de tener teatro lleno y es que no es un secreto a voces que la principal preocupación de Tina Galindo —su productora— es presentar una gran obra con boletos accesibles. Constantemente planean promociones y dan alternativas para que la gente los vea. 

OTRO QUE está en el mismo canal es el empresario Hugo Mejuto, quien acertó al presentar en el Teatro Metropólitan ‘Vamos a hacer un trío’ un gran recital con Jorge Muñiz, Carlos Cuevas y Francisco Céspedes. El concierto es redondo porque junta los éxitos de estas estrellas con su humor y calidez, a precios razonables. Para que vean que siempre hay gente que quiere hacer bien las cosas sin dejar en la calle al público. Por hoy es todo, nos leemos la próxima aquí donde quizá hablemos de ti.