Cadena de favores
Roberto García Castañeda
Hay tres equipos que arrancarán el torneo Clausura 2020 irónicamente entrelazados: Chivas, Cruz Azul y Monterrey.
Y empezarán de diferente manera, uno para abajo y los otros dos hacia arriba. Cruz Azul lo hará de acuerdo a su decadencia, al estilo de su pésima directiva. Porque a unos días de la jornada inaugural, aún sigue buscando refuerzos. Adiós a la planeación anticipada, al trabajo responsable en la cúpula directiva. Así que no esperen mucho, sólo que los directivos y promotores se sigan llenando los bolsillos de dólares.
Mientras que Chivas ganó cuando Ricardo Peláez renunció a La Máquina. El director deportivo le ha inyectado tiempo, dedicación y profesionalismo a la institución rojiblanca. Y, algo importante: contó con un buen presupuesto para armarse y dejarse de promesas. Las Chivas, si se fortalecen como equipo y no como un puñado de nombres, será protagonista. Se ve que tirarán para arriba, poco a poco, y lograrán entusiasmar a sus seguidores.
Punto aparte es el Monterrey, otro beneficiado por las pifias celestes. Tras el rechazo azul a la apuesta de Peláez a medio torneo Apertura 2019, los Rayados sí se vieron audaces y contrataron a Antonio Mohamed. El resultado fue fantástico: levantó al equipo y lo hizo campeón, tras nueve años de sequía.
Así que Cruz Azul se boicoteó sin ayuda de nadie, se hizo el harakiri: apostó por Siboldi y le falló. Además dejó ir a Mohamed y a Peláez. El primero ya les dio una bofetada con guante blanco: ganó un título que se le esconde a los celestes. El segundo se morirá con la suya. Peláez se esforzará el doble, porque regresarle a las Chivas la gloria será su revancha frente a Cruz Azul.
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