¿Eres bipolar?

Un periodo maníaco depresivo lleva a las personas a adicciones, principalmente cocaína, manías o estrés

Foto: (Archivo El Gráfico)

ZONA G 11/10/2015 11:54 Redacción Actualizada 11:54
 

Es muy común escuchar palabras como: ¡eres un bipolar, cambias de parecer muy fácil! ¡Estás loco! Bueno, una gran cantidad de palabras que desgraciadamente las decimos con la intención de agredir a la gente, pero no tenemos la mínima idea de lo que se trata.

Hay personas que presentan cambios en su estado de ánimo, son hiperactivos, tienen una participación social y diaria muy intensa, trabajan muchísimo, son muy irritables, tienen muchas ideas a la vez, pero ninguna aterrizan, son muy distraídos (en exceso) y casi no duermen.

Mucha gente se siente atraída por ellos, pero al final la irritabilidad y la labilidad de su carácter y ánimo, así como su conducta agresiva, los alejan, además sus palabras de grandiosidad en proyectos no reales que además se pueden acompañar de alucinaciones auditivas.

De repente presentan acciones que los ponen en riesgo, a los demás y a sus posesiones, gastan de más, son exhibicionistas, renuncian a su trabajo sin razón aparente, realizan matrimonios apresurados, y más.

Estos episodios son de presentación repentina, en ocasiones precipitados por estados de gran tensión y pueden durar días o meses. Generalmente pueden presentarse durante la primavera y el verano y es parte de un periodo maníaco depresivo, es decir, un problema de bipolaridad, son personas que fácilmente caen en adicciones, principalmente cocaína, y que pueden presentar hipotiroidismo y son personas que su mejor trabajo lo realizan en estos episodios de manía o estrés.

Todo lo anterior es parte de un episodio de manía y depresión. Existe la otra parte de la bipolaridad, los trastornos ciclotimicos, que son alteraciones crónicas del ánimo con episodios de depresión e hipomanía, se sienten crónicamente enfermos, cansados, deprimidos y pueden durar cuando menos dos años y son más leves que la manía.

 

Recomendaciones

No suspender jamás los medicamentos generalmente indicados por su psiquiatra, así como la terapia psicológica.

Es muy importante realizar ejercicio leve, como caminar, correr o trotar, además de nadar, bailar, yoga, etc., que nos permita canalizar nuestras emociones y disminuir los estados maniacos.

No dejar a nuestro paciente solo, platicar constantemente con él para darnos cuenta de su estado de salud y si vemos que los síntomas se intensifican debemos de acudir inmediatamente con su médico.

Eliminar de su alimentación el café, el cigarro, el alcohol, alimentos muy endulzados o muy estimulantes como refrescos, etc.

No dejar que esté viendo televisión, películas o programas que contengan mucha violencia, pues esto aumenta sus alucinaciones y su irritabilidad.

Debemos de vigilar que tenga horarios precisos de sueño, tratando de que además tenga una siesta a mediodía de por lo menos 30 minutos.

Debe de llevar una dieta mediterránea, con abundantes frutas, verduras, jugos y líquidos. Consumir muchos frutos rojos, aceite de oliva, té verde, para que su sistema inmune trabaje de manera adecuada.

Mantenerlo siempre en su peso, ya que cuando se comienza a subir de peso las probabilidades de complicarse son muy altas.

Vigilar siempre su entorno social, familiar y de trabajo para ver cualquier variante que tenga en su conducta tomarlo en serio.

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