Gerardo Martino tendrá el año más complejo de su carrera como entrenador. Desde el 19 de noviembre de 2019 no ha hecho maldita la cosa, nada de actividad y se siguen cancelando y cancelando partidos de la Selección Nacional.

La Federación Mexicana de Futbol solamente observa cómo se están aplicando medidas económicas en los equipos de la Liga MX: reducciones salariales, pagos diferidos en ciertos porcentajes... En fin, tratando de salvar —en estos meses de contingencia sanitaria— la economía de esos clubes.

El costoso contrato de Gerardo Martino, con su amplio cuerpo técnico (dos auxiliares, dos preparadores físicos, un entrenador de porteros, un analista de video y un enlace con selecciones menores), debe hacer recapacitar a la dirigencia de la Femexfut, porque tener parado a tan alto activo, sin partidos por delante y asumir un pago que —trasciende— es de tres millones de dólares al año, sí estaría afectando a las arcas federativas.

Con Soccer United Marketing hay cinco partidos asegurados —por contrato— en un año, de los cuales la Federación Mexicana de Futbol recibe por ahí de 10 millones de dólares anuales, además de que se tiene firmado un vínculo hasta 2026. De esta forma, se mantienen las estructuras deportivas, infantiles, juveniles y femeniles del futbol mexicano.

El trabajo de un entrenador nacional, en estos momentos, es intrascendente. Martino debería haber dirigido dos partidos, contra República Checa y Grecia, ambos de SUM y ambos cancelados. También ya está oficialmente cancelado el partido contra Colombia y los dos de la Nations League y, si le sumamos que en el Preolímpico rumbo a Tokio también debía estar supervisando, entonces nos damos cuenta que pasará más de siete meses sin trabajar, totalmente becado por la Femexfut, porque ni para observar futbolistas o preparar el futuro sirve este aislamiento.

Seguramente, el segundo semestre del año —si las cosas mejoran en cuestión sanitaria— regresará la actividad y será demasiada, porque además de los cinco partidos pendientes que tienen con SUM, agréguenle el amistoso que debe jugar anualmente con Estados Unidos, la Nations League y el inicio de la eliminatoria a Qatar 2022. Es decir, de julio a diciembre deben desahogar mínimo 12 partidos de Selección Nacional, ¿en qué calendario caben?

SUM tendrá que comprender el nuevo orden mundial, sin duda, pero también tendrá derecho a no pagar lo que no se hizo, y ese es el verdadero problema que tendrá que enfrentar la Federación Mexicana de Futbol. Mientras tanto, Tata Martino está en Argentina, recluido, como debe ser, esperando que la actividad regrese, algo que nunca le había faltado desde que inició como entrenador en 1998 con el equipo Almirante Brown; de ahí, su paso lo llevó por Platense, Instituto, Libertad, Cerro Porteño, Colón, Libertad de nuevo, la selección de Paraguay, Newell´s, Barcelona, la selección argentina y Atlanta United. Nunca había tenido una pausa tan grande como la de ahora.