¿Tienes una infección en la zona íntima? Estas podrían ser las razones y tú ni en cuenta

Una de las amenazas más comunes que enfrentan las mujeres son las infecciones vaginales. De repente una mañana te despiertas y tu vulva está hinchada y enrojecida, sientes comezón y ardor, sobre todo al orinar.

Hay cierto miedo cuando en tu ropa aparece un flujo vaginal anormal, que puede fluctuar de secreción blanca ligeramente acuosa a un blanco espeso y abundante.

Es verdad, te atormenta un mal femenino, son síntomas de una infección vaginal y entonces surgen las dudas ¿cómo pudo pasar esto si has puesto especial atención a tu higiene durante esta temporada de calor?

El flujo vaginal determina el grado de humedad en la vagina y genitales externos, cambia en densidad, cantidad y color conforme avanza el ciclo menstrual. 

Este proviene del cuello uterino y su tarea es mantener la parte interior de la vagina lubricada y sin bacterias que pueden crear problemas.

Expertos médicos dicen que el flujo saludable suele ser transparente, de color amarillo pálido o blanquecino y no deber tener un olor muy fuerte, según la etapa en la que te encuentres en tu ciclo menstrual.

Pero si el color comienza a tornarse muy blanco y opaco, es muy probable que indique el inicio de una infección vaginal. 

Antes de entrar en pánico, debes buscar el consejo de un especialista ginecológico, sobre todo si el flujo tiene sangre, ya que puede deberse a la formación de pólipos, más comunes durante la menopausia, fibroides o miomas, inflamación cervical o alguna infección.

La causa de esta situación tiene que ver con que algo rompe el equilibrio natural que hay en la vagina entre unos hongos llamados Candida albicans y unas bacterias llamadas lactobacillus. 

Atención inmediata

Esto ocurre cuando permaneces mucho tiempo con prendas sintéticas que retienen el calor y la humedad (traje de baño, ropa de ejercicio o interior sintética), lo que favorece la proliferación de la Candida.  

Pero ojo, que existen otras causas que pueden detonar este problema. 

Esas otras razones de las que se habla poco y que te pueden estar causando infecciones vaginales son varias: 

Antibióticos: Cuando tomas antibióticos de amplio espectro, se eliminan no solo las bacterias que están causándote una infección, sino también aquellas que mantienen saludable tu vagina, lo que produce una proliferación excesiva de levaduras.

Aumento de los niveles de estrógeno: Los estrógenos son unas hormonas femeninas y pueden hacer que las células de la mucosa vaginal incrementen la producción de glucógeno, un nutriente de algunos microorganismos, como la Candida. Aunque si estás embarazada, tomas píldoras anticonceptivas o terapia hormonal con estrógenos, es posible que presentes uno o más episodios de candidiasis. 

Diabetes no controlada: Las mujeres que tienen un nivel de glucosa en la sangre mal controlado tienen un mayor riesgo de contraer candidiasis vaginal que las mujeres con glucosa en la sangre bien controlada. Sistema inmunitario alterado

Una terapia con corticoides o vivir con la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) pueden alterar el sistema inmunitario, haciendo que las mujeres con estos factores de riesgo sean más propensas a contraer candidiasis vaginal.

Un tratamiento con clotrimazol, te ayudará a aliviar eficazmente los síntomas internos y externos, y puedes elegir entre diferentes presentaciones que se aplican uno o tres días. Es importante que preguntar al ginecólogo sobre su uso, ya que todos los medicamentos pueden efectos secundarios, dependiendo de sus condiciones de salud. Será él quien indique el tiempo de tratamiento de acuerdo a la infección.