¡A darle al gym! Revelan que el ejercicio cura más al corazón, que las medicinas

Con el aumento de la esperanza de vida, los padecimientos que aparecen después de los 50 años requieren de mayor atención en una población cada vez más grande.

Las enfermedades del corazón, después de enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes, son las terceras que más preocupan a los médicos y científicos en el mundo.

Por esto, un alentador hallazgo de un grupo de especialistas gringos viene muy bien para aquellas personas que deben lidiar con problemas de insuficiencia cardiaca.

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Según un nuevo trabajo financiado por la Asociación Estadounidense del Corazón y el Colegio Estadounidense de Cardiología, el ejercicio es factor clave para mejorar la capacidad de bombeo del corazón, disminuye la rigidez de los vasos sanguíneos y mejora la función y la capacidad energética del músculo esquelético.

Lo que encontraron estos investigadores muestra que la terapia de ejercicio guiada es, de hecho, más eficaz para mejorar la calidad de vida de las personas que tienen insuficiencia cardíaca que la mayoría de los medicamentos.

Esta declaración fue publicada esta semana en la revista ‘Circulation’ de la American Heart Association, así como en el ‘Journal of the American College of Cardiology’.

La insuficiencia cardíaca es una afección progresiva en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre al cuerpo debido a la rigidez del músculo cardíaco o a la pérdida de fuerza de bombeo. Los actuales tratamientos se centran en reducir los síntomas, como la dificultad para respirar y la fatiga, y minimizar o retrasar las consecuencias de la afección, que incluye una menor calidad de vida, hospitalizaciones frecuentes, pérdida de independencia funcional, altos costos de atención médica, y mayor riesgo de muerte.

Como otros padecimientos, la prevalencia de insuficiencia cardíaca aumenta debido al envejecimiento de la población y la creciente aparición de otras enfermedades, como la obesidad y la diabetes tipo 2.

Hace un año, en abril de 2022, la Asociación Estadounidense del Corazón y el Colegio Estadounidense de Cardiología publicaron recomendaciones para el entrenamiento físico supervisado para personas con insuficiencia cardíaca.

Los estudios evaluaron varios tipos de ejercicio, como caminar, bicicleta fija, entrenamiento de alta intensidad en intervalos, entrenamiento de fuerza y baile. La terapia de ejercicio supervisada generalmente se realizó tres veces por semana para cada uno de los estudios, y la duración de los programas varió de un mes a ocho meses.

Los investigadores midieron el consumo máximo de oxígeno, que es una forma de evaluar la capacidad de ejercicio al medir la cantidad total de oxígeno que una persona puede respirar en los pulmones durante el esfuerzo físico. 

Para las personas que viven con problemas cardiacos, su consumo de oxígeno suele ser 30% más bajo que el de una persona sana y se considera por debajo del umbral requerido para la independencia funcional (y para realizar actividades normales de la vida diaria, como ir al mercado).

Gracias al ejercicio, los investigadores encontraron que aumento del consumo de oxígeno de 12 a 14%, un aumento que se considera clínicamente significativo y benéfico.

“Encontramos que en las personas con insuficiencia cardíaca crónica, el entrenamiento físico supervisado es seguro y proporciona mejoras sustanciales en su calidad de vida”, explica en la publicación Vandana Sachdev, jefa científica y una de las especialistas encargadas del reporte. “Se necesita trabajo futuro para mejorar la derivación de pacientes a programas de ejercicio supervisado apropiados, así como mejores estrategias para mejorar la adherencia a largo plazo al entrenamiento físico. Los programas híbridos que combinan capacitación supervisada y en el hogar también pueden ser beneficiosos”.