Ejecutan a un hombre en Estados Unidos sin realizarle pruebas para comprobar su inocencia

Un prisionero en Estados Unidos fue ejecutado la noche del pasado miércoles 13 de noviembre por el asesinato de una persona en una tienda de conveniencia en 1994. Sin embargo, sus abogados afirmaron que era inocente, pero el estado le negó la oportunidad de comprobarlo. 

Se trata del afroamericano Ray Jefferson Cromartie de 52 años, quien afirmó su inocencia durante toda su estancia en prisión, al igual que pidió unas pruebas de ADN para comprobarla. 

El hombre fue sentenciado a pena capital por el homicidio a tiros de un trabajador de una tienda de la ciudad de Thomasville, Georgia. Los hechos sucedieron cuando Jefferson y un cómplice entraron al establecimiento a robar, pero en su intento fallido, le dispararon a un empleado en la cabeza, el cual falleció por las graves heridas. 

Tras su detención, Cromatie fue acusado de ser el tirador, aunque él afirmaba que fue su amigo quien accionó el arma. Ante estas declaraciones, sus abogados solicitaron a los tribunales estatales y federales realizar pruebas de ADN, a partir de huellas, casquillos de bala y ropa hallados en la escena del crimen. 

Pese a las peticiones de los representantes, las apelaciones fueron negadas en todas las estancias judiciales, ya que se determinó que no conducirían a un veredicto diferente al ya establecido. 

Ray fue sentenciado a morir por inyección fatal, ejecución que tendría lugar el pasado 30 de octubre, sin embargo, fue aplazada hasta el 13 de noviembre, día en que finalmente se dio lugar. 

Antes de morir, y en conformidad con las normas legales estadounidenses, el sentenciado comió su última cena y se negó a dar declaraciones en los últimos minutos de su fallecimiento, pero si pidió que se dijera una oración a su nombre.