Densa capa de humo cubre la ciudad de Sidney tras sufrir por intensos incendios en bosques

SIDNEY.– En Australia llevan tres semanas viendo caer ceniza del cielo. Una densa humareda que de día enrojece más al sol y de noche bloquea la vista de las estrellas. Gargantas secas y ojos irritados. Ropa impregnada de olor a humo y propiedades calcinadas.

Tras semanas sufriendo la devastación del fuego, el país dio un paso más hacia el abismo al afrontar un día con condiciones “catastróficas”, en el que las altas temperaturas, con máximas de 50 grados, y los fuertes vientos amenazan con agravar los más de cien incendios que asolan el territorio.

Como resultado, se confirmó la muerte de cuatro personas en las últimas 48 horas, hay 23 bomberos heridos, la destrucción de numerosas casas y una pérdida importante de ganado. En el estado de Nueva Gales del Sur, el más afectado por los incendios y donde está vigente el estado de emergencia, gran parte de los esfuerzos se centraron en los alrededores de la ciudad de Sydney.

La ciudad está cercada por fuegos que arrasan su periferia boscosa. Las condiciones se han visto agravadas por la ola de calor en gran parte del país, donde se ha batido dos veces el récord de temperatura.

Las autoridades han pedido a los ciudadanos posponer sus viajes navideños. Mientras arrecian los ataques contra el primer ministro, Scott Morrison, que niega que la ola de fuego sea consecuencia del cambio climático y mantiene su apuesta por el carbón.