En el viaje de la paternidad, pocos desafíos resultan tan frustrantes como los berrinches infantiles por golosinas. 

Para los padres primerizos, estas explosiones de emoción pueden parecer un campo minado imposible de navegar, generoso en gritos, lágrimas y… golosinas para detener la crisis.

Sin embargo, con las estrategias adecuadas, es posible transformar estos momentos de crisis en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.

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Según la Dra. Diana Guerrero, urgencióloga pediatra y especialista en conducta infantil, "los berrinches por golosinas son una manifestación de deseos inmediatos y falta de control emocional, típicos en niños pequeños". Comprender esto es el primer paso para abordar el problema con empatía y efectividad.

¿QUÉ HACER?

La especialista recomienda establecer límites claros y consistentes, reglas que se cumplan siempre.

También recomienda tener a mano opciones nutritivas y atractivas para desviar la atención de las golosinas y aprender a reconocer el deseo del niño sin ceder a él. "Entiendo que quieras ese chocolate, pero no es momento de dulces ahora".

“Redirigir la atención del niño hacia una actividad interesante también puede evitar o detener un berrinche”, dice la especialista, una distracción que se puede planificar para evitar situaciones tentadoras, como pasar por la sección de dulces en el supermercado.

Incluso hablar de cuántas golosinas podrá comer después de la “borrachera” que se avecina con Halloween y Día de Muertos.

Los niños aprenden por imitación, dice la doctora Guerrero: “Si los papás tienen una relación saludable con los dulces, los niños tendrá hábitos similares”.

Cuando el berrinche estalla:

• 1. Mantener la calma: Su tranquilidad ayudará al niño a calmarse.
• 2. No ceder: Hacerlo reforzará el comportamiento negativo.
• 3. Ofrecer consuelo: Una vez que el niño se calme, brindar apoyo emocional.