Coleccionar tazos y otras cosas que hacían los millennials en su infancia

Este Día del Niño es imposible no recordar los viejos tiempos, cuando la vida era completamente sencilla y tu mayor frustración era olvidar la cartulina.

Para sumarnos a la conmemoración de esta fecha, a continuación te haremos viajar al pasado al recordar las actividades que hacían los millenials en su infancia.

• Coleccionar tazos

¿Cuántas veces no te juntaste con tus amigos para intercambiar tazos? Si tú tenías uno repetido, lo más lógico era llegar a un acuerdo para obtener uno nuevo a cambio de ése. Sabritas logró que esta generación tuviera una infancia fenomenal con el lanzamiento de estos pequeños objetos con los que pasabas horas y horas de diversión.

• Ver caricaturas

Nada se comparaba con llegar de la escuela y poder ver tu programa de televisión favorito: Hey Arnold!, Las Chicas Superpoderosas, Rugrats, El laboratorio de Dexter, Pokemon, Johnny Bravo, Vaca y pollito, Soy la comadreja, entre otros. Incluso, en las vacaciones, mirar las caricaturas era tu pasatiempo favorito, mientras disfrutabas de unos exquisitos Cheetos y un Frutsi.

• Ponerte cosas de gente adulta

Irónicamente, uno de los juegos más divertidos era sentirse adulto. Seguro que en más de una ocasión usaste la ropa y accesorios de tu mamá o tu papá, y hasta imitabas el comportamiento de los más grandes.

• Jugar stop

“Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo que es...” era la frase que marcaba el inicio de varios minutos de risa y que, de hecho, ayudaba a desarrollar tus habilidades matemáticas, ¿no es así?

• Jugar resorte

La flexibilidad de esta actividad permitía que cualquier lugar fuera entretenido, y es que sólo bastaba un resorte para saltar entre los espacios y ganar la competencia contra tus amigos.

• Toca el timbre y correr

La adrenalina que sentías de tocar el timbre de una casa desconocida es incomparable, ya que bastaba alcanzar la campanilla para rápidamente emprender la huida y reírte de las reacciones de los propietarios.

• Jugar avión

Para divertirte con tus cuates, sólo hacía falta un gis y suelo, donde dibujabas un avión que se dividía hasta el número 10 y, con un papel o lo que tuvieras a la mano, sabías hasta que punto tenías que avanzar de salto en salto y ¡OJO! Sin pisar la raya.

• Jugar en el pasamanos

Con tu familia o amigos, ir al parque era una de las actividades más divertidas, ya que, el área de juegos contaba, entre otras cosas, con el clásico pasamanos, donde tenías la oportunidad de presumir la fuerza de tus brazos.

• Jugar pelota

¿Cuántos deportes no necesitan una pelota? Si lo tuyo era anotar goles y sentirte una leyenda de las canchas, el futbol con los cuates siempre era una gran opción para divertirse. O si preferías volar por los aires para anotar una canasta al estilo de Michael Jordan, el basquetbol también te daba horas de entretenimiento. 

• Tenerle miedo a sonidos

¿A cuántos les generaba fobia escuchar al señor de los camotes? ¿O qué tal la extraña sensación cuando interrumpían tu programa favorito para el anuncio de “Servicio a la comunidad”?