PALM BEACH, FLORIDA. – Estados Unidos destruyó un área de atraque utilizada presuntamente para el tráfico de drogas, afirmó el presidente Donald Trump, en lo que podría ser el primer ataque terrestre de su campaña militar antidrogas en América Latina.
Washington ha intensificado la presión contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien acusa de liderar el llamado Cártel de los Soles y por quien ofrece una recompensa de 50 millones de dólares. Durante un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en su residencia de Mar-a-Lago, Trump confirmó la destrucción de una supuesta zona de embarque de drogas. “Hubo una gran explosión en el área del muelle donde cargan las embarcaciones con drogas”, declaró.
El mandatario no precisó si se trató de una operación militar o de la CIA, ni el lugar exacto del ataque. También señaló que habló recientemente con Maduro, pero que la conversación no tuvo resultados.
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Las declaraciones generaron una ola de incertidumbre, sin embargo, no han sido confirmadas por el Departamento de Defensa ni por la Casa Blanca. Tampoco hubo reacción oficial del gobierno venezolano.
No obstante, funcionarios estadounidenses dijeron a The New York Times que Trump se refería a una instalación de drogas en Venezuela, aunque sin aportar detalles claros sobre su función.
Trump ha reiterado en meses recientes que podría autorizar ataques terrestres en Sudamérica y confirmó en octubre que permitió a la CIA realizar operaciones encubiertas en Venezuela. Maduro, por su parte, sostiene que el objetivo real de estas acciones es forzarlo a dejar el poder.
Hasta ahora, los ataques estadounidenses se habían limitado a embarcaciones en aguas internacionales. Este martes, el Comando Sur informó de un nuevo ataque contra un bote en el Pacífico, al que vinculó con el narcotráfico. Según el reporte, dos narcotraficantes murieron.
Desde septiembre, EU ha realizado al menos 30 ataques contra embarcaciones, con un saldo de 107 muertos, una ofensiva que ha sido cuestionada por expertos en derecho internacional, quienes la califican como posibles “ejecuciones extrajudiciales”.